El Trap es un género musical urbano de moda, es una variedad del rap, hip-hop, dubstep y electrónica. A pesar de su particular origen en los años 90, como un procedente del hip hop estadounidense ahora es el centro de escena de la música urbana a nivel mundial.
Este género a diferencia del reggaeton es más movido, sus líricas son cortas y la mayoría hablan sin tapujos sobre sexo y drogas. En cuanto a la relación con el rap o el hip hop, estos dos últimos géneros hablan sobre política, acciones sociales, y penalizan el consumo de drogas, a pesar de que exaltan la marihuana y el alcohol, por su parte, los traperos suelen manifiestar todo lo contrario.
Cuando el reggaeton estuvo en su esplendor máximo en los años 2000, el trap apenas era un género incipiente que no todo el mundo conocía, y pocos se atrevieron a probar, sin mucho éxito. Pero desde el 2012 empezó un rápido ascenso justamente de la mano de artistas reggaetoneros que en ese momento tal vez no tenían mucho éxito, pero con este nuevo ritmo empezaron llamar la atención.
Hoy en día el trap está globalizado y se puede disfrutar en diferentes festivales como en Miami Trap, Ultra Music o en Tomorrowland. Además hay una gran cantidad de artistas y productores, y uno de los máximos referentes en Latinoamérica se llama Bad Bunny, portorriqueño de 23 años, quien, sin exagerar, posee más de un billón de reproducciones en YouTube y otros tantos millones de en Spotify.
Algunos críticos consideran al trap como una música sucia ya que tocan temas ofensivos contra las mujeres. Uno de los máximo exponentes del reggaeton, el portorriqueño Don Omar en una entrevista dijo, “No estoy en contra del trap ni de ninguno que haga trap; pienso que debe arreglarse un poco”. Además, mencionó que debería controlarse un poco puesto que hay niños que siguen a muchos artistas mediante las redes sociales.
La cultura trap es muy cruda y de la calle, “el que haga trap tiene que hablar de cosas prohibidas porque es un tipo de música de la calle. Ahora es un poco más limpio. No necesariamente tiene que hablar mal, pero si hay que hacerlo, pues se hace” enfatizó a su vez, Lary Over después de haber escuchado las declaraciones de Don Omar.
En la actualidad algunos exponentes del reggaeton se han lanzado hacia este género, puesto que atrae a más seguidores y económicamente es muy favorable. Cantantes urbanos del momento como Maluma, Ozuna, Daddy Yankee, Becky G han explorado este género y les ha ido muy bien.
En la argentina la música trap es una tendencia que de a poco ha logrado llamar la atención a los adolescentes y por ende cada vez hay mas artista para realizar este tipo de música. En nuestro país uno de los referente es Duki, que en pocos meses hizo un nombre en este género, con su tema “She Don’t Give a FO”, que logró 90 millones de reproducciones en YouTube, en muy pocos días.
Duki destaca al artista portorriqueño Bad Bunny por el trabajo con el trap y el movimiento de masas a su alrededor: “lo que hizo fue llamar la atención de los de afuera para que miren para acá y así abrirnos las puertas, mostró que Latinoamérica tiene un potencial muy alto. Aprecio mucho su bajada de línea artística, también como lo llama él -La Nueva Religión-. Creo que toda mi generación busca eso: llevar adelante una ideología, una estética, él lo logro y eso fue clave en el género urbano”.
Además de Duki hay otros representantes en argentina que siguen el camino del trap, como la jujeña Cazzu, Khea o Paulo Londra. Este último es para algunos muy especial, “es uno de los que más quiero, para mí es como el Lionel Messi del Trap” dijo Franco, un fiel seguidor del artista cordobés.
A pesar de que algunos dicen que es una parte del reggaeton, el trap está pisando fuerte y se va consolidando como un género que convoca a masas y que genera muchísimo dinero, y muchos artistas reconocidos como Shakira, Luis Fonsi, Carlos Vives hacen dúos con traperos. Una manera de estar vigentes considerando que antes optaban por el pop romántico.