Trágicos testimonios sobre la tragedia en Valencia

Inundaciones, destrucción de infraestructuras y pérdidas humanas componen un panorama desolador que mantiene en vilo a sus habitantes.

Las recientes inundaciones en la región de Utiel, cerca de Valencia, han dejado a la comunidad en estado de shock, tras una tragedia que ha cobrado la vida de al menos 40 personas, entre ellas seis ancianos de una residencia que no lograron escapar a tiempo. La furia del agua arrastró vehículos, inundó casas y atrapó a muchos en sótanos y garajes, dejando un rastro de destrucción a su paso. Los equipos de emergencia se encuentran abrumados, luchando por rescatar a los sobrevivientes mientras también se ocupan de recuperar los cuerpos de quienes no lograron salir.

Los testimonios de los vecinos son desgarradores y revelan la magnitud del horror vivido. Ximo, un hombre de 57 años, pasó casi tres horas aferrado a una caseta de construcción junto a otras ocho personas, donde logró rescatar a varios, pero la imagen de una joven a la que no pudo salvar lo atormenta. “Era muy difícil, la corriente era tan fuerte que no había forma de llegar a ella”, recuerda, visiblemente afectado.

Fernanda Miota vive la tragedia de manera aún más íntima. Fue testigo de la muerte de su madre, María, de 83 años, que quedó atrapada en su casa mientras el agua subía rápidamente. A pesar de sus desesperados intentos por pedir ayuda al 112, la respuesta fue insuficiente, dejándola sintiéndose impotente ante la inacción de los servicios de emergencia. “Estaba con el agua al cuello y la dejaron morir”, lamenta Fernanda, aún en estado de shock. La desesperación se apoderó de ella cuando, a pesar de escuchar helicópteros, la ayuda no llegó a tiempo.

La alcaldesa de Utiel, Maribel Albalat, ha decretado luto oficial por tres días y ha solicitado al gobierno que declare la zona como catastrófica. La comunidad, devastada por la pérdida de vidas y bienes, ahora se une en un acto de luto y apoyo mutuo, enfrentando la devastación dejada por esta tormenta. La recuperación será un proceso arduo, pero el apoyo y la solidaridad de los vecinos serán esenciales para sanar las profundas heridas que ha dejado esta catástrofe en la vida de tantas familias.

Nahuel Alejandro Escobar, 2°A TT