El sábado 23 a las 17:00hs en el estadio UENO «La Nueva Olla» en Asunción, Paraguay, Racing volverá a disputar una final internacional por primera vez desde 1992. Será el partido decisivo de la Copa Sudamericana y el rival es Cruzeiro, curiosamente el mismo que hace 32 años.
La Supercopa Sudamericana fue una competición que se disputó de forma anual entre 1988 y 1997. Los equipos participantes eran todos los campeones de la historia de la Copa Libertadores. En el caso de la edición 1992, fueron 16 los que integraron el cuadro, que iniciaba directamente desde octavos de final con formato de ida y vuelta.
Ese campeonato fue lo más cerca que estuvo la Academia de conquistar un título continental durante un largo período que incluyó una quiebra que casi provoca la desaparición del club y una notoria vuelta a la competitividad a nivel local e internacional. Además, tuvo varios condimentos notables, por ejemplo, la participación de Gustavo Costas, actual técnico de Racing, como miembro del plantel.
En octavos, la Academia superó a su eterno rival, Independiente, al ganar 2-1 en el Cilindro en un partido que tuvo la efeméride del gol con la mano de Claudio «El Turco» García, quien anticipó al arquero Luis Islas con un puñetazo que pasó a la historia. Un empate a cero en la Doble Visera le valió el pase a cuartos a los dirigidos por Humberto Grondona, hijo de Don Julio.
Luego, avanzó frente a Nacional de Uruguay por walkover, debido a que la Mutual Uruguaya de Futbolistas Profesionales realizó una huelga que paralizó al fútbol oriental por un mes, y no permitió al bolso competir en la Supercopa.
Las semifinales fueron, al igual que en la corriente edición de la Copa Sudamericana, contra un grande de Brasil, en este caso Flamengo. Las similitudes continúan, puesto que se llevó un buen empate de visitante, un 3-3 en su visita a Pacaembú, y terminó el trabajo en el Cilindro, con una victoria por 1-0 con gol de Alfredo Graciani que lo depositó en la final.
Racing ya había vencido a Cruzeiro en una final del mismo torneo, en la edición 1988. En esa ocasión, un 3-2 global le dió la copa a los de Avellaneda. Lamentablemente para la Academia, esta vez la historia sería diferente. Una contundente derrota por 4-0 en el Mineirão prácticamente liquidó la llave en la ida. El equipo argentino logró ganar el duelo de vuelta por 1-0 ante su gente, pero no alcanzó, y Cruzeiro se consagró campeón.
Luego de la victoria del mes pasado ante Corinthians por semifinales, Costas declaró: «Quería enfrentar de nuevo a Cruzeiro y más en Paraguay. Yo amo a Paraguay. Soy creyente y se están dando cosas que uno planeaba en su cabeza». Es claro que esta oportunidad es una especie de revancha personal para el entrenador, está por verse si conseguirá llevar a los suyos a agrandar la vitrina continental por primera vez en más de tres décadas.