Tiene cuatro hijos biológicos, aunque maduraron, se independizaron y no necesitan de su cuidado diario. Sin embargo, tuvo la fortuna de haber conocido a su hijo del corazón hace 30 años, de quien tiene decidido no desprenderse nunca de su lado. La relación entre Julio Duarte y el campo de juego del Estadio Pedro Bidegain parece ser una historia de amor digna de película, o al menos es particular dentro del propio rubro que representan los cancheros.
Como parte del ajustado calendario que caracteriza al fútbol argentino, un equipo suele jugar 25 partidos en condición de local por temporada, un promedio de casi un duelo cada dos semanas durante todo el año. Como consecuencia, la situación suele exponer a los jugadores como los primeros damnificados ante las altas cargas a las que son exigidos.
Sin embargo, para que el show pueda continuar, se vuelve indispensable la presencia de un canchero. Aquella raza guardiana del césped de cada campo de juego, silenciosa pero efectiva como nadie, que durante la semana desarrolla su trabajo, sin ánimos de protagonismo, para que durante los fines de semana se disfrute del espectáculo futbolero.
Con las mencionadas exigencias y técnicas velocistas que requiere el cada vez más ajustado calendario deportivo, San Lorenzo no se preocupa por el estado de su cancha al saber que bajo su cuidado se encuentran las manos de Julio, su mismo responsable desde prácticamente su creación. Sí, maneja el estado del campo desde 1994, luego de ingresar a trabajar como constructor del Estadio dos años atrás.
El esfuerzo y el tiempo le dieron la oportunidad de vivir una vida aparte como pieza fundamental del club de sus amores: presenció varias de las noches más preciosas de su vida, aprendió a lidiar con algunos caprichos de entrenadores, sabe adaptarse a los cambios tecnológicos dentro del rubro, como a la vez no negocia la importancia de contar con vasta experiencia en la materia, aquella que le permitió convertirse en un maestro de las condiciones climáticas.
Una producción especial de Tiago Bulajewski, Mateo Caballero, Bruno Carbajo, Martín Liguori y Luca Rodríguez Abreu.