Melisa Gretter, base de la Selección árgentina femenina de básquetbol y actual jugadora del club Unión Florida, habló con Pirámide Invertida sobre sus comienzos en el deporte y como va evolucionando su carrera día a día.
-¿Cómo fue que decidiste dedicarte al básquet?
-Empecé a jugar a los 8 años en el club Peñarol de Rafaela con mis hermanos, esa fue mi primera experiencia relacionada al básquet. Más allá de siempre soñarlo, creo que a medida que las cosas fueron surgiendo, la idea de hacer del básquet mi forma de vida, fue tomando cada vez más firmeza y hoy por hoy estoy feliz de que así sea .
-¿Dónde comenzaste a jugar? ¿Hoy en día, visitás dicho club?
-Arranqué en este club de barrio que te mencioné, llamado Peñarol de Rafaela. Y sí, siempre que puedo cuando estoy acá en Rafaela, voy. Me prestan la cancha para ir a entrenarme por mi cuenta cuando estoy acá. Además, sigo en contacto con los chicos con los que jugaba en aquel tiempo. Tengo los mejores recuerdos de mis 4 años en Peñarol.
-¿Por qué decidiste continuar con tu carrera en Buenos Aires y no quedarte en Santa Fe?
-Creo que el click lo hice cuando empecé a entrenar con la selección. Estando ahí y tomando al básquet como una forma de vida, sentí que tenía que empezar a medirme con jugadoras de mayor nivel y quiera o no, esa competencia estaba en Buenos Aires, así que decidí irme para allá. Una vez que estuve ahí el sueño empezó a hacerse mas grande, si quería seguir creciendo sabía que tenía que irme a algún lugar donde el básquet se desarrollara de forma profesional.
Gretter desarrolló gran parte de su carrera en Buenos Aires, más precisamente en el club Unión Florida. «Volver a ponerme la camiseta del CUF es algo muy lindo. Siempre que estuve en Argentina jugué ahí y desde un principio, allá por el 2011, me trataron muy bien. Me siento muy cómoda en el club, soy una más y ellos son como mi familia».
-¿Te considerás la referente del equipo o sos igual a todas tus compañeras?
-No me siento ni más ni menos que nadie, somos un equipo en el que todas tiramos para el mismo lado. Pero a la vez sé que tengo mas responsabilidades, o mejor dicho, un rol importante en la toma de decisiones dentro de la cancha. La verdad es que me pone muy contenta, pero es cierto que uno no puede jugar sin sus compañeras y la confianza del cuerpo técnico.
Acerca de sus sensaciones sobre la primera vez en que fue convocada para integrar la Selección Argentina, Gretter declaró: «Fue en 2007. Yo tenía 14 años y me llamaron para concentrar con la categoría Sub16. La realidad es que cuando me citaron tenía mucho miedo, al ser del interior el hecho de venir a Buenos Aires, sola y siendo tan chica me llenaba de preguntas. Como iban a ser los entrenamientos, las formas de manejarse ahí adentro del Cenard, el ritmo, todo. Y el día que dieron el equipo no lo podía creer, fue algo hermoso. Lo primero que hice fue llamar a mi mamá llorando y contarle que había quedado». Y describió que se siente defender la camiseta nacional: «Fue una mezcla de muchas sensaciones. Ansiedad, miedo, nervios, pero una felicidad enorme de estar ahí defendiendo los colores de mi país. Vestir la celeste y blanca es un orgullo enorme.»
-Con Unión Florida conseguiste el campeonato en la SuperLiga femenina. ¿Qué significó para vos alzar el trofeo y darle una alegría más al club?
– Uno siempre quiere estar entre los mejores del país, y se prepara duro para poder estar ahí. Sabíamos que el torneo iba a ser duro, pero siempre teníamos en la cabeza la idea de ser campeonas. Volver a salir campeona con Florida fue muy lindo, lo disfruté muchísimo.
-Si no te hubieses dedicado al básquet, ¿qué otra profesión te hubiese interesado seguir?
-Antes de irme a jugar al exterior, estaba haciendo el Profesorado de Educación Física, así que esa es mi cuenta pendiente.
-¿Qué expectativas tenés con el básquet a futuro?
–Mi objetivo constante es mejorar temporada tras temporada. Ahora dentro de unos días viajo a Brasil donde voy a jugar mi tercera temporada allá. El año que viene tenemos el Mundial con la Selección, así que ya pensando en eso también. Y después tengo dos objetivos que quiero cumplir. Uno es tener la oportunidad de jugar un juego olímpico con la Selección Argentina y otro es participar en un equipo de la WNBA.