Mes de la Prevención del Suicidio: iluminando la esperanza con el color amarillo

Esa tonalidad simboliza luz y vida, elementos fundamentales en una lucha que es clave dentro de la salud pública.

Cada año, septiembre se convierte en un mes de reflexión, acción y conciencia sobre uno de los temas más sensibles y urgentes de la salud pública: la prevención del suicidio. A nivel mundial, este mes está dedicado a visibilizar el problema, reducir el estigma asociado a los problemas de salud mental y, sobre todo, fomentar el diálogo y las herramientas necesarias para ofrecer ayuda oportuna.

El suicidio es una de las principales causas de muerte, afectando a personas de todas las edades, géneros y condiciones sociales. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 700.000 personas mueren por suicidio cada año, una cifra alarmante que pone de manifiesto la necesidad de intervención. El lema más común en este mes es «Hablar puede salvar una vida», destacando la importancia de abrir espacios para que las personas puedan expresar lo que sienten sin temor a ser juzgadas.

El color amarillo, símbolo de este movimiento, es sinónimo de luz, esperanza y vida. Este símbolo nació en memoria de Mike Emme, un joven que murió por suicidio en 1994, y cuya historia dio lugar a la iniciativa de las cintas amarillas, un emblema que hoy se ha expandido globalmente como un llamado a prestar atención al bienestar emocional de quienes nos rodean.

Durante septiembre, diversas organizaciones, instituciones de salud y gobiernos lanzan campañas de sensibilización, talleres, conferencias y actividades que buscan educar a la población sobre las señales de advertencia, los factores de riesgo y los recursos disponibles para quienes están pasando por momentos de crisis.

Más allá de las estadísticas, el mes de la prevención del suicidio es una invitación a cada persona a ser parte del cambio. Escuchar sin juzgar, acompañar con empatía y estar atentos a las señales que alguien podría estar en riesgo son acciones clave que pueden marcar la diferencia en la vida de una persona.

En este septiembre amarillo, el mensaje es claro: la prevención del suicidio es tarea de todos. Con información, apoyo emocional y una comunidad unida, es posible salvar vidas y construir un entorno donde la salud mental sea prioritaria, ya que sin salud mental nada funciona.

Viva Valentina 2° A TT