En medio de unos Juegos Olímpicos de Paris 2024 algo atípicos, con sucesos muy cuestionados y con algunas decisiones por parte de la organización que dejan mucho que desear, la selección femenina de fútbol de Canadá atravesó un momento insólito en la previa al partido con Nueva Zelanda: su entrenadora, Bev Priestman, fue descubierta, junto a sus dos ayudantes Jasmine Mander (asistente del equipo) y Joseph Lombardi (analista), espiando con drones el entrenamiento de su rival. Inmediatamente se dio aviso a la FIFA, que decidió suspender sus actividades por un año.
Por otro lado, cabe recordar que, en esta cita olímpica, Canadá intentará defender la medalla de oro en esta disciplina, luego de quedarse con el primer puesto en Tokio 2020. Este jueves, en su debut en la fase inicial, vencieron a Nueva Zelanda 2-1, aunque a raíz de esta polémica, Priestman no estuvo presente en el banco de suplentes.
Luego de este papelón por parte del cuerpo técnico canadiense, la FIFA sumó otro castigo a la selección: quita de seis puntos a causa de espionaje comprobado. Esta dura penalización para las Hojas de Maple, hace que el único triunfo obtenido hasta el momento no valga nada, ya que al correr con la desventaja de tener seis puntos menos que sus rivales, quedarían eliminadas en la fase de grupos a falta de dos partidos por jugar.
Canadá depende de un milagro para seguir en los Juegos Olímpicos
La cuenta es clara, y muy complicada, para el seleccionado canadiense: en sus próximos dos partidos, primero contra Colombia y después contra Francia, deberá sumar de a tres para llegar a un total de apenas tres unidades. Eso significa que sus chances de acceder a los cuartos de final de esta cita olímpica penden de un hilo.
Hasta el momento, la tabla de posiciones del grupo A, tiene a Colombia y Francia en lo más alto con tres puntos. Tercero, aparece Canadá y último Nueva Zelanda. El milagro podría darse en caso de que Canadá termine como uno de los mejores terceros (clasifican los dos mejores).