Si bien la noticia es reciente, el ambiente que se podía sentir en el Libertadores de América desde hace no más de dos meses daba la idea de que el Apache caminaba por la cuerda floja y cada vez resonaba más entre los hinchas que el ciclo estaba cerca de llegar a su fin.
Si analizamos su paso por el club, Carlitos llegó en un momento en el que las papas quemaban. El “Ruso” Zielinski acababa de abandonar el puesto con estadísticas que hablan por sí solas, de 18 partidos disputados, ganó 6, empato 4 y perdió 8. En esos momentos, el “Rojo” se ubicaba muy cerca de los últimos puestos de la tabla general, la misma que determinaba que el ultimo descendía de categoría.
Luego de tener su primera experiencia en Rosario Central, ante la oportunidad de dirigir en un grande, Tevez se reunió con Néstor Grindetti, presidente de Independiente, para conversar acerca de la posibilidad de acordar la incorporación del cuerpo técnico y además presentar un proyecto e ideas de juego. Luego del consenso, fue de píblico conocimiento que su debut iba a ser ante Vélez Sarfield, por la segunda fecha de la Copa de la Liga del año 2023.
Podemos dividir su paso por Avellaneda en dos etapas: la primera contempla una especie de salvación, en la que el plantel demostró que no merecían jugar en el Nacional el torneo siguiente y lograron sumar la cantidad de puntos para alejarse lo más posible en la tabla general. En esas 13 fechas en las que cada paso en falso podía ser parte de la pesadilla, se notó en el equipo una mentalidad diferente a lo que se venía viendo. El primer objetivo era escapar de los últimos puestos y lo cumplieron, si bien no enamoraban con su juego lograron permanecer en la primera categoría finalizando el año a tan solo 3 puntos del descenso.
No está demás mencionar el contexto de crisis que atravesaba la institución, fue económica y también política. Las deudas no paraban de salir a la luz y ningún dirigente quería hacerse cargo de la situación, tampoco se tomo una iniciativa para sacar todo adelante más allá de la colecta que todos conocemos de Santiago Maratea en la cual el expresó que lo hizo porque se lo planteo un amigo que formaba parte de la institución.
El oriundo de Fuerte Apache sabía dónde se metía y aceptó un desafío muy pesado por lo que significa el club no solo a nivel nacional sino también internacional.
Comenzó el 2024 con la Copa de la Liga con buenos resultados en condición de visitante en las primeras fechas, pero no rendían de igual manera jugando en su casa. El rendimiento en esta competencia fue de mayor a menor y poco a poco la hinchada se los hacia saber no solo en el estadio, sino que también declarando ante las cámaras de los medios en el post partido y redes sociales.
Los cantos que caían de las gradas al césped se terminaban centrando en reclamos a la dirigencia y pedirles mas entrega a los jugadores ya que los fanáticos no se sentían representados y aun así estos llenaban la cancha cada fin de semana con tal de apoyar más allá de la situación que estaban atravesando.
Hubo un partido que logró aumentar el enojo de la hinchada y fue la derrota ante Racing por 1 a 0 en el Libertadores de América. Ya que el planteo de juego erróneo se repetía una vez más. Este encuentro bisagra rompió la relación entre Tevez y la gente, lo que parecía indicar el principio del fin.
El DT de Independiente defendió su puesto en varias oportunidades en conferencia de prensa, pero en los últimos partidos por motivos personales las tuvo que suspender y evitar la pregunta, ¿Se va o se queda?
Luego de finalizar la Copa de la Liga sin clasificar a los play off y habiendo perdido el clásico, todo parecía indicar que la renuncia estaba al caer y luego de pensarlo, finalmente tomó la decisión de dar un paso al costado y presentó la renuncia ante la dirigencia.
En su paso por Independiente, sellado el 0 a 0 con Platense en Vicente López, dirigió 32 partidos de los cuales ganó 14, empato 12 y perdió 6. Si bien las estadísticas no demuestran una mala efectividad, el fútbol a veces no se mide en números.