Luca Prodan: «Yo ya me viví toda una vida antes de ser una ‘estrella de rock'»

En el 71° aniversario de su nacimiento, celebramos el impacto duradero que causó en la música, recordando con cariño al tano que cambió para siempre la escena del rock argentino.

Es casi inevitable no pensar la cantidad de músicos talentosos que la Argentina tuvo. De no pensar en los legados inmortalizados de cada uno que, a lo largo de los años, perduran en cada fanático generación tras generación. Aunque Luca Prodan nació el 17 de mayo de 1953 en Roma, Italia, fue adoptado rápidamente por nuestro país. Fue líder de la banda Sumo y célebre por cantar en inglés que, indudablemente, dejo una gran huella en el mundo de la música.

«El Loco«, como le decían en Argentina, emigró a nuestro país a principios de los años 80 buscando un cambio de vida después de enfrentar problemas personales y su adicción a la heroína en Europa. Su llegada a Córdoba marcó el renacimiento de una nueva etapa tanto para él como para el rock argentino: el nacimiento de la banda Sumo. Un grupo musical que se caracterizó por su mezcla de estilos; rock, punk, reggae y el ska, y por sus letras en inglés y español, lo que era algo inusual e innovador en la escena argentina de la época.

 

Sumo escaló rápidamente a la cima convirtiéndose en un fenómeno cultural, y su influencia repercute hasta el día de hoy. Álbumes como «Divididos Por La Felicidad«, «Llegando Los Monos» y «After Chabón» son considerados clásicos del rock en español. Las letras de Prodan, a menudo cargadas de ironía y críticas sociales, junto con su carismática y enérgica presencia en el escenario, inmortalizaron su estatus de ícono. Canciones emblemáticas como «La Rubia Tarada«, «Crua Chan» y «Mañana En El Abasto» se transformaron en un mundo de autenticidad y rebeldía.

«No, para mí, la (sociedad) de siempre dio asco. Me gustan las sociedades donde está aceptado el excéntrico y el que piensa distinto», comentó «El pelado» a un periodista haciendo referencia a su canción «La Rubia Tarada». Y si que siempre pensó distinto, porque a pesar de ir al mismo colegio que el rey Carlos III del Reino Unido, él no quería ser parte de los «marionetas» como solía decir. Prodan quería buscar salir del molde.

 

A pesar de su breve carrera, marcada por su muerte prematura en 1987 a los 34 años, el cantante dejó con su banda un legado duradero. Convirtiéndose así en un símbolo de una presencia única dentro de la música, de ser alguien distinto. Desafió las normas, vivió a su manera y dejó en cada acorde sus pensamientos que nunca pasaron desapercibidos.

Luca Prodan es más que solo un músico, es una leyenda que sigue viva en cada fanático antiguo como los nuevos que van surgiendo. A los argentinos nos dejó una herencia: acordes de guitarras y letras que siguen resonando con la misma fuerza como la vez que fueron creadas para siempre pensar distinto.

 

Guadalupe Silvestri, 2°A TM