El mayor de los hermanos Simonet, Sebastián, referente de la selección argentina de handball y actual jugador de Ademar León (equipo de España) dialogó con Pirámide invertida sobre su trayectoria en este deporte.
-¿Cuándo te diste cuenta que querías dedicarte a esta actividad? ¿Sentís que heredaste la pasión de tus padres?
–Empecé de muy chico. Sin embargo, hasta los 15 años hice muchos deportes simultáneamente. Cuando me citaron a la selección entendí que tenía una posibilidad muy grande. Obviamente los genes influyeron, pero nunca me obligaron a ser como ellos, siempre me apoyaron.
-En el mundo del fútbol es conocido el fuerte enfrentamiento entre los hermanos Milito, por ejemplo, en pleno partido. ¿Alguna vez te enfrentaste contra tus hermanos?
-Por suerte nunca llegamos a pelearnos. Si discutimos por cosas de convivencia, o hasta por cosas de handball, pero gracias a Dios somos muy amigos, educados y pacientes con el otro.
Al momento de ser consultado sobre las dificultades de cambiar de continente, Simonet contó su experiencia: “Es muy difícil. Mucho más de lo que todos se imaginan. Cobraba 150 euros por mes, vivía en una pensión universitaria. Si no corría 500 metros después del entrenamiento, me daban de cenar sopa con pan, porque el restaurante de la universidad cerraba a las 21 horas. No fue fácil, pero fue una experiencia que me marcó y me motivo a querer dedicarme a esto.”
-Sos el primero de la “trilogía” Simonet, ¿sentís que llevas todo el peso del apellido o creés que es alguno de tus hermanos quien debe lidiar con eso?
-Al principio, sí. Mis hermanos apuntaban a ser buenos jugadores y yo me iba convirtiendo poco a poco en un jugador estable en la Selección. Sin embargo, hoy mis hermanos son más referentes que yo.
Sebastián Simonet y su equipo organizan clínicas de handball en diferentes lugares de nuestro país, la primera edición tuvo lugar en la provincia de Córdoba. En esta ocasión, Mendoza fue elegida como anfitriona. El integrante de la selección expresó su tristeza, ya que hay chicos que tienen un gran potencial y que Argentina podría tener un semillero más grande.
– Posterior a la eliminación en el mundial de Francia, tuviste una fuerte autocrítica. Si hoy ocurriese lo mismo, ¿volverías a tener ese énfasis? ¿Cómo quedó la relación con tus compañeros?
-Quizás hubiese cuidado más el momento. Hablé con todos, ninguno dudó de mis palabras, del cariño; el respeto y el apoyo que tengo con cada uno de ellos, y por más de que no siga el mismo equipo, somos todos grandes amigos. Nunca hubo una pelea en “Los Gladiadores”.
– Luego de cinco años al frente de la selección Eduardo Gallardo dejó el puesto. ¿Creés que es el comienzo del recambio del que hablabas en la autocrítica?
-El recambio lo hacemos todos y debe empezar en cada uno, en hacer una autocrítica y corregir lo que hizo mal. Dady (Gallardo) no esta mas, es parte de un recambio, de un proceso, pero dejó los diez años mas fructíferos y ganadores de la historia de la selección Argentina, y eso nunca lo vamos a olvidar.
-Saliendo de la selección, me gustaría consultarte acerca del handball en Argentina. ¿Nuestro país puede alcanzar el nivel de grandes potencias como Francia o Hungría? ¿Qué le recomendarías a alguien que recién se inicie en este deporte?
-Me duele decirlo, pero dudo mucho que algún día lleguemos a ser una potencia, podremos mejorar y pelear ahí con ellos. Si queremos ser como ellos, debemos hacer lo que ellos hacen, y eso es ser profesionales. Lamentablemente quedan muchos escalones por subir, y habría que hacerlo de a poco. Ojalá el tiempo me demuestre otra cosa. Para los que recién empiezan, les recomiendo que jueguen y entrenen con pasión, es algo fundamental. Que se dediquen al deporte y que nunca bajen los brazos. Sin eso, no hay éxito.
-Estuviste nominado como mejor deportista en los Premios Olimpia, ¿Cuál fue tu sensación tras competir con uno de tus hermanos? ¿Por qué algunos deportistas no están interesados ante este reconocimiento?
-Creo que no fue una sensación de competitividad, sino orgulloso de estar ahí. Para mi es un reconocimiento enorme y, obviamente, para otros deportistas no lo es tanto, pero es una cuestión personal. ¿Qué mejor premio que estar ternado junto a los tres mejores deportistas de tu país de cada deporte?
-Por último, si no hubieses sido jugador de handball, ¿Cómo sería tu vida?
-Estoy seguro que hubiese estudiado ingeniería. Siempre fue algo que me quedo pendiente
Autor: Tadeo Pittari (Segundo Año B, turno mañana).