Felipe Pettinato fue condenado este lunes a nueve meses de prisión por abuso sexual contra la hermanastra de su ex pareja, quien era menor de edad al momento de los hechos.
El hecho ocurrió el 8 de marzo de 2018 en el partido de Vicente López, donde en ese entonces se encontraban viviendo Pettinato junto a su expareja, Sofia Colosante.
Por la duración de la pena, se decidió que el culpable quede en libertad, pero debido a las condiciones psicológicas y psiquiátricas que presenta lo tendrá que hacer en determinadas condiciones, entre ellas mantener su residencia y someterse a tratamiento psicológico al menos dos años, presentando su evolución.
El abogado de la víctima, Andrés Bonicalzi, había requerido dos años y seis meses de prisión de cumplimiento efectivo. Al salir de la audiencia, expresó: “Siempre un veredicto de culpable es reparador para la víctima”. El fiscal Matías López Vidal también había solicitado la pena de dos años de prisión.
En la lectura del fallo, dictado por el juez Martin Andrés Mateo, no estuvieron presentes ni la víctima, actualmente de 20 años, ni Pettinato, quien el día anterior cumplió 31 años.
En el juicio, llevado a cabo en San Isidro, con la presencia del acusado y su hermana Tamara Pettinato, la denunciante, cuya identidad se mantiene bajo resguardo, manifestó: “La madrugada del hecho, como solía hacerlo, estaba en el living, estaba de vacaciones y por eso me quedaba hasta tarde. Estaba en el sillón, sentada de espalda al respaldo, pasó Felipe, que venía de tomar licor, y me tocó el culo llegando a la vagina. Se sirvió café y se volvió a su cuarto, donde Sofía estaba acostada”.
Luego, añadió: “En septiembre de ese mismo año, Sofía vino a preparar una torta de cumpleaños, al rato vino Felipe y, en un momento, en el living, él me empezó a hacer cosquillas y me tocó las tetas. No sé por qué me hacía cosquillas, pero sus intenciones estaban claras. No me solía hacer cosquillas habitualmente”. Esto señala que no hubo un único hecho.
La victima cuenta que no había una relación con él, solo era el novio de su hermanastra. Lo sucedido lo contó tiempo después, a su psiquiatra, y luego a su madre. Se preocupaba mucho por lo que podía llegar a pasar con el nacimiento de la bebé que esperaban Pettinato y Sofía, por eso mismo decidió contarlo.
También se escuchó la voz de una perito psicológica, quien comentó que la víctima “expresa sus dificultades de develar lo sucedido en función de los afectos que suscitaban en torno al acusado (vergüenza, temor, odio hacia el mismo y ser la responsable de provocar la desintegración familiar)”.
“Manifiesta que le refirió a su madre la situación abusiva expresando que dicha situación la dejó con una sensación de desasosiego y perplejidad, sumado al gran dolor que siente frente al descreimiento de su hermana, generándole sentimientos de gran desilusión. Asimismo, refiere que en esta oportunidad su madre pudo escucharla y acompañarla en el proceso de la denuncia”, agregó.
En el debate se incorporaron las palabras de quien había sido el medico neurólogo de Felipe, Melchor Rodrigo, quien murió en el incendio ocurrido en mayo de 2022 en Palermo, dentro del departamento del acusado, caso por el cual se encuentra procesado.
“Felipe vino a mi consultorio derivado por otra paciente en 2018 por un tema de adicciones. […] Yo quería sacarle la adicción. En ese momento se la saqué. Eran precursores de dopamina que se conseguían en los Estados Unidos que dan resultado. Cuestan al principio, pero después dan resultado y en ese momento lo logró. Él se retira de mi casa habiendo superado su adicción. Después de eso consideré que era tiempo que siga con otro profesional. Igualmente, de forma esporádica, estoy en contacto con él. Me enteré hace un tiempo por él mismo que lo estaban acusando de esto, que es la denuncia. Me vi en la obligación moral de dar mi testimonio de lo que pienso de él como médico. Felipe no reúne el perfil de alguien abusador en mi opinión profesional, tiene otro problema. Nunca noté esa tendencia en él”, dijo.
El ahora condenado decidió mantener su silencio y retirarse sin hablar.
Lihuen Lozano – 2ºB Turno Mañana