A partir de hoy, la Línea D de Subterráneos de la Ciudad de Buenos Aires (Congreso de Tucumán-Catedral) vuelve a estar habilitada en su totalidad. Se habilitó la estación Facultad de Medicina, que llevaba 84 día cerrada por refacciones y remodelaciones. En principio, se suponía que dicha estación abriría junto con las demás, el 7 de marzo, día en que volvió el servicio, detenido desde el 8 de enero.
La remodelación de la Línea D, durante los meses en los que se interrumpió su funcionamiento, alteró la vida de quienes frecuentaban dicho medio de transporte en su día a día, forzando el cambio de su ruta habitual, causando demoras y congestiones en otros medios de transporte alternos. Colectivos como la línea 68 o la 152, que disponen de un recorrido bastante parecido, recibieron una gran cantidad de gente, mayor a la habitual.
La Linea D cerró momentáneamente sus puertas entre el 8 de enero y el 7 de marzo. Se eligió ese periodo de cierre debido a que, según las estadísticas, durante enero y febrero hay una disminución del 40% en la cantidad de pasajeros habituales. Al ser la segunda línea que más pasajeros transporta en total, la decisión generó controversia y dudas. Se hizo bajo la premisa, según SBASE, de que «es necesaria la finalización de la renovación del sistema de señales y el reemplazo de las máquinas de cambio», y que esto «permitirá mejorar la operación, brindando mayor regularidad al servicio», cuando la realidad reflejó resultados que hasta ahora están bastante alejados de lo proyectado.
Demoras, congestión, problemas en la señalización, y una línea incompleta fueron los resultados vistos tras estos meses de “mejora” y “remodelación”. Unidades que llegan al mismo tiempo, completamente colapsadas. Señales que no funcionan y demora en el servicio. Son solo unos pocos de los muchos defectos que trajeron las obras. “Esto significa un salto de calidad impresionante para que viajes mucho mejor”, había destacado SBASE, refiriéndose a la tan fallida señalización.
Cuando se anunció el cierre del servicio, se esperaban mejorías notorias y un progreso visible. SBASE hasta proyectaba “una reducción del intervalo de trenes de hasta 2:15 minutos”. Se suponía que “debía aumentar significativamente la frecuencia reduciendo el tiempo de viaje hasta un 15% y absorbiendo hasta 67 mil nuevos pasajeros”. Hubo quienes fantaseaban con la ampliación del recorrido y apertura de nuevas estaciones que ya se rumoreaban, como la estación de Puente Saavedra, que estaba en planos pero jamás fue llevada a cabo. El final fue todo lo contrario, con quejas de los pasajeros y elección voluntaria de otros medios alternativos, debido al pésimo funcionamiento del subte.
¿Por qué tanto énfasis en la señalización? Se debe al “entusiasmo” y prensa que se le dio al sistema CBTC. ¿Qué es el sistema CBTC? Se refiere a siglas de Communications Based Train Control, Control de Trenes Basado en Comunicaciones en español. Es un sistema de control y señalización que usa comunicaciones entre el equipamiento del tren y el equipamiento en la vía para poder gestionar el tráfico de unidades.
Todo esto parece contradictorio, debido a las palabras del mismo jefe de Gobierno, Jorge Macri, quien en su momento manifestó a través de sus redes: «Estamos modernizando la Línea D de subte para mejorar la frecuencia del servicio. Para lograr este objetivo de mejora necesitamos interrumpir su servicio. Vamos a instalar un sistema que utiliza tecnología para ordenar el paso de los trenes con una frecuencia óptima y eficiente».
La triste realidad es que uno de los mayores problemas que actualmente posee la Línea D es su frecuencia lenta e irregular.
La estación Facultad de Medicina (entre la estación Pueyrredón y la estación Callao), vuelve a ver la luz este primer día de abril, ya que durante este proceso las remodelaciones a las que fue sometida solo se podían llevar a cabo con la estación cerrada, como sucedió con la estación Bulnes durante unos meses en 2023.
Ignacio De Pedro – 2ºB Turno Mañana