Carlos Alberto García Moreno, más conocido como Charly García es uno de los artistas más reconocidos de Argentina y Latinoamérica. Nació el 13 de octubre de 1951 en Buenos Aires. A los 5 años, sus padres se dieron cuenta de que el joven tenía oído prodigioso. Desde muy pequeño mostró un gran interés por la música y comenzó a tocar el piano y la guitarra. “Tocaba el piano como un animal”, decían los músicos concurrentes a la casa familiar.
Su carrera musical incluye cuatro etapas grupales y una memorable etapa solista hasta nuestros días. En 1972, fundó junto a Nito Mestre, la banda de rock Sui Generis con la que alcanzó un gran éxito en la década de los 70, con el que grabó dos discos que marcaron época Vida y Confesiones de Invierno, discos que nos dejaron canciones como «Rasguña las Piedras» y «Canción para mi Muerte», que fueron un símbolo para los adolescentes de esos años tumultuosos y que quedaron marcadas por siempre para todos los fanáticos del rock nacional.
Como todo genio es necesario que tenga algo de loco y en su caso derivó siempre en un caos creativo. Ya en esos tiempos sintió la presión de la censura a la que contestó con esa exquisita melodía Las increíbles aventuras del señor Tijeras, referidas al censor del gobierno de turno. Al año siguiente, Charly y Nito se despidieron de su público con un multitudinario recital en el Luna Park batiendo récord de público, del que dejarían el disco doble Adiós Sui Generis.
Su siguiente desafío musical fue la breve pero fructífera experiencia llamada PorSuiGieco. que lo compartió con Raúl Porchetto, Nito Mestre, León Gieco y María Rosa Yorio. Tras una serie de recitales dejaron plasmada en un disco con canciones maravillosas como «Quiero ver, quiero ser, quiero entrar».
Luego da un giro en su línea musical dejando de lado el folk-rock para hacer lo que se conocía como música progresiva y hasta sinfónica. Su nuevo proyecto tuvo el nombre de La Máquina de Hacer Pájaros, una nueva aventura que a pesar del poco tiempo que duró, Charly giró con esta banda por todo el país y dejó los discos: La Máquina de Hacer Pájaros y Películas a pesar que no tuvo mucha aceptación por parte del público.
En los años siguientes, de 1978 a 1982, el aire crispado de la vida nacional, por obra de la dictadura, desde la cultura tuvo nuevos aires. Una de ellas fue la de un súper grupo formado por Charly García, David Lebón, un casi adolescente Pedro Aznar y Oscar Moro, con su nombre salido de una lengua perdida en la historia: Serú Girán. Esta reunión nos legó discos memorables como Serú Girán, de 1978; La grasa de las capitales, de 1979; Bicicleta, de 1980; Peperina, de 1981 y No llores por mí, Argentina, de 1982, dejando como emblema de la época y para la posteridad temas como «Seminare», «Mientras miro las nuevas olas», «Alicia en el País», una canción que se interpretó como crítica a la dictadura.
El comienzo de la carrera solista tuvo en su primer disco de canciones, Yendo de la cama al living, donde pide que «No bombardeen Buenos Aires», y la genial canción que cantan hasta los niños en los colegios: «Inconsciente Colectivo». Un año más tarde rompió todos los moldes, con una propuesta estética y sonora impensada: Clics Modernos. Grabado integralmente en Nueva York, del que se cumplen 40 años, es una obra cumbre de la música nacional. Durante toda esa exitosa carrera ha sido sabido rodearse con grandes músicos a los cuales también impulsó.
¿Cuál es la importancia de Charly García para la música?. Es conocido por su habilidad para mezclar diferentes géneros musicales, desde lo sinfónico y el rock hasta el jazz, pasando por el tango y la música clásica y por su habilidad como letrista. Con una carrera que abarca más de cinco décadas, sigue siendo una figura venerada en la historia del rock argentino y en español y su legado perdurará mucho más allá de su tiempo. Su impacto y su contribución a la música continúan siendo una inspiración para generaciones presentes y lo será para las futuras de músicos y amantes de la música en todo el mundo. Es un artista integral, de esos que se empapan de realidad para volver poesía su verdad.
Su figura que ha trascendido fronteras y culturas. Ha quedado plasmada para la posteridad cuando este 6 de noviembre en conmemoración de los 40 años de Clicks Modernos la ciudad de Nueva York ya tiene su esquina en honor a Charly García. Pero este no fue el único reconocimiento, además, el alcalde de la Ciudad de Nueva York, Eric Adams, declaró el 6 de noviembre como el «Día de Charly García» en la ciudad.
Charly sobrevivió y sobrevoló todo con su enorme humanidad y su inagotable poder creativo. En las últimas dos décadas, además de seguir encontrándose con su público, dejó nuevas joyas discográficas como Influencia, Rock and Roll YO, Kill Gil y Random. Y como él mismo dijera con sus propias palabras: “Yo me siento pendejo y juguetón”, por eso podemos decir que mientras miramos las nuevas olas, él ya es parte del mar.
Miguel Vidal