Paula Moro y Andrea Vivar hablaron Deportiviza2 y expresaron los motivos por los cuales la práctica del deporte a nivel amateur es de vital importancia para las personas que lo practican, a pesar de demandar tiempo, responsabilidad y compromiso.
El deporte amateur es una opción de vida. Es que claro, a lo largo y ancho del mundo son muchísimas las personas que llevan adelante la práctica deportiva competitiva y no reciben ningún tipo de compensación por ella. Pero allí es donde entran otras cosas en juego.
La pasión, el enamoramiento por un deporte o la satisfacción por competir son algunos de los motivos que generan que las personas queden conectadas de por vida.
El sueño de muchos seguramente fue poder ser profesionales o participar de alguna cita histórica, pero no poder lograrlo no es una barrera para seguir conectado de por vida a una pasión. En esta oportunidad, tuvimos la posibilidad de hablar con Paula Moro y Andrea Vivar, quienes están abocadas al futsal y al vóley respectivamente.
Ambas, desde su experiencia y condición de deportistas amateurs, contaron sus experiencias, motivaciones y resignaciones vinculadas al deporte. En un primer momento, el entrenamiento y el tiempo que se le dedica aparece en el plano.
“Yo le dedico cinco horas semanales e intento acomodarme para poder estudiar y trabajar. En la semana entreno con el equipo de la facultad y el fin de semana juego con el club al que pertenezco”, comentó Andrea. Por otro lado, Paula cuenta cuánto tiempo le requiere a ella: “Le dedico entre dos y tres veces al vóley y otros dos días a la parte física”.
Y aunque el entrenamiento, los días de partido y el compromiso requieren tiempo y suelen coincidir con otros placeres. Sin embargo, y a fin de cuentas, es una elección de vida y un descargo: “Es disfrutar, salir de mi rutina y siempre espero jugar o entrenar”.
Uno de los motivos por los que el deporte amateur es un nicho tan grande es que, además de la preparación física y la vinculación con la competencia, es un lugar donde las personas encuentran un apoyo psicológico y una salida de la cotidianidad. “Me ayuda tanto física como psicológicamente”, expuso Vivar. Y Moro completó: “La razón por la que empecé a entrenar es que necesitaba despejar. En los clubes, una puede estar con amigos y estar en paz”.
De esta manera, podemos concluir que la práctica de deportes amateur tiene varios motivos: por salud -física o mental-, por el hecho de poder competir o por cuestiones físicas. Sin duda, los ambientes potencian, ponderan y acompañan los estímulos de las personas y son una enorme fuente de descanso y desconexión.
Una producción especial de: Lucas More, Martin Rubino, Ignacio Irrazabal, Conrado Zabala, Alexis Karnicki y Lucía Mora