Los amantes de la gimnasia rítmica adoptaron a muchas atletas como sus favoritas a lo largo del tiempo. En nuestro país, sin dudas una de ellas es Sol Martínez Fainberg, quien sacó provecho de cada entrenamiento para representar a la Argentina en grandes competencias a las que es muy difícil acceder, no solo a nivel clasificación sino también económicamente. Sin embargo, toda la inversión le valió muchísimas medallas a la selección nacional, posicionándose en los tres primeros puestos, generalmente. Hoy, la leyenda le dice adiós a la actividad.
Con cuatro años, la rítmica le demostró que era su deporte gracias a su madrina, Carolina Cosentino (ex gimnasta argentina), quien le abrió las puertas. Sol nació en España y es hija de padre español y madre argentina.
Fueron entonces la influencia de su madrina y la sangre de su mamá las que la llevaron a elegir representar a nuestro país, donde también tendría muchas más oportunidades de elevarlo debido a la poca cantidad de gimnastas que la representan.
Antes de ser convocada a la selección, ya había competido internacionalmente con tan solo siete años y logró ser campeona de España. Es allí donde se preparó y compitió tantos años a nivel clubes, ya que hay demasiada diferencia en general con Argentina, donde la rítmica es un deporte menor y con menos recursos, además de que su vida ya estaba instalada en Europa desde su nacimiento.
Allí formó relación con su entrenadora de toda la vida y con sus compañeras, y aprendió las más exigentes rutinas en el Club Ritmo, uno de los más importantes del país.
No es inusual que las atletas de este deporte se retiren a los 20 años, ya que es muy exigente y empiezan a entrenar desde muy pequeñas, lo que también desencadena diversas lesiones debido a la flexibilidad, los saltos, la rapidez y la agilidad mental con los aparatos. Se torna cansador y estresante a lo largo del camino cuando a veces las cosas no salen como se planean y la frustración puede cancelar objetivos. Estas luchas son comunes y es el trabajo en equipo lo que lleva a lograr superar las malas rachas de las gimnastas.
Luego de un duro entrenamiento (aproximadamente cuatro horas diarias), Sol practicó pasadas de las rutinas en la misma pedana durante años, con las que luego competía en cada aparato, por lo cual son más de un esquema. Si hay errores, se vuelve a repetir una y otra vez hasta que salga lo más perfecto posible, el lema de la rítmica.
«Sobrevivió” positivamente a este camino y la vida le devolvió momentos hermosos en lo deportivo: en el 2016 fue subcampeona sudamericana juvenil All Around y fue oro en categoría aro, plata en mazas y bronce en pelota.
En 2018 se posicionó 5° en el All Around de los Juegos Suramericanos. En 2019 fue séptima en el All Around de los Juegos Panamericanos en Lima y sacó podio en tres elementos.
En el 2021, fue plata en mazas y bronce en cinta en el Panamericano de Gimnasia Rítmica de Río. Además, estuvo en el Campeonato Sudamericano, con un segundo lugar en el All Around, aro, mazas y cinta y tercera en pelota. Llevó a la Argentina a ser subcampeona por primera vez en un torneo mayor.
El 2022 fue uno de sus mejores años, ya que fue al World Cup Challenge en Pamplona, donde quedó en el tercer puesto en aro y octava en el All Around. Siguió sumando medallas a la Argentina en el Campeonato Panamericano, siendo plata en pelota y cinta y bronce en aro.
Los Juegos Suramericanos de Asunción le dieron bronce en el total, plata en mazas y bronce en aro y pelota. Como frutilla del postre, estuvo presente en Mundial de Gimnasia Rítmica, posicionando al país en el puesto 34 All Around por primera vez. En los Juegos Suramericanos de Asunción fue bronce en el All Around, y plata en mazas, y bronce en aro y pelota.
Una carrera con mucho peso, cargada de metas cumplidas. Una gimnasta que le agradeció al pueblo argentino por dejarla representarlos y, aunque quedaron muchos deseos por cumplir, es tiempo para enfocarse en otras cosas. Sin embargo, la gimnasia siempre la va a acompañar.
¡Gracias Sol!
Morena Benítez Morello – 2ºA Turno Mañana