Si bien son difíciles de detectar para el ojo humano, en muchas ocasiones los síntomas de la cistitis pueden llevarnos a pensar que nuestro gato está teniendo una mala conducta y, por lo tanto, no prestamos la suficiente atención a lo que realmente le ocurre. Por eso, hay factores, gestos o comportamientos que hacen visible este problema, sobre todo, al orinar.
Esta enfermedad es muy parecida a la de los perros, como también a la de los seres humanos; se trata de la inflamación de la vejiga urinaria y en el caso de los felinos es causada por un virus y/o bacterias.
Pueden ser varias las causas que desemboquen en la patología de la cistitis. Las principales son el estrés -una de las más comunes- o tumores en el área de la vejiga del felino.
Los posibles síntomas que pueden sufrir los gatos son la cantidad de veces y el esfuerzo que hacen al orinar, de manera que será fácil de detectar, ya que su postura cambia y, además, maullarán de forma evidente. Otro signo de la enfermedad será la alta frecuencia con la que toman agua; además, si el animal se lame la zona genital con mayor intensidad que lo habitual es otra clara señal.
Si tu gato orina sangre, también puede ser un indicio de cistitis o incluso de otra enfermedad de aún mayor gravedad. No obstante, puede que el felino deje de orinar, y esto también puede ser causado por la cistitis, producto de la obstrucción completa de la uretra, mayormente en los gatos machos.
Para sanar a la mascota de esta enfermedad, es preciso empezar un tratamiento a corto y largo plazo que requiere de varios fármacos y modificación del entorno para reducir el estrés; y por supuesto, acudir al veterinario.
Facundo Sotelo, Diego Oliva y Osmar Vallejos