Mariángeles Cossar, más conocida como “Chuchu”, es la principal referente del equipo de vóley de Boca. Hincha fanática del Xeneize y de Juan Román Riquelme comenzó a jugar en la institución cuando tenía 15 años. Hoy, con 22 títulos en su haber, se convirtió en la jugadora que más títulos tiene en el club. Además, no solo juega al vóley, sino que también es traductora pública.
-¿Qué lugar ocupa el vóley en tu vida?
-Y la verdad es que el vóley es una de las cosas más importantes de mi vida. Yo juego al vóley desde muy chiquita y a mí me cambió la vida obviamente porque me vine para Buenos Aires a hacer eso que tanto me gusta. El vóley me permitió poder hacer una carrera universitaria, hacer una carrera dentro del deporte en el club del cual soy hincha. Me permitió conocer a un montón de gente muy importante en mi vida.
-Tenés 22 títulos en Boca. ¿Qué se siente ser la jugadora con más títulos del club?
-La verdad es que no caigo. Capaz el día de mañana cuando deje de jugar voy a hacer más consciente de eso, pero ahora para mí es un orgullo, encima en el club del cual soy hincha. También es una responsabilidad, no deja de serlo, porque es todo el tiempo seguir ganando, y es a lo que se apuesta también, pero más allá de eso trato de disfrutarlo. Si bien soy muy exigente y quiero ganar todo el tiempo trato de disfrutar. Es algo hermoso formar parte de la historia de Boca.
-En varias entrevistas dijiste que Riquelme es tu ídolo ¿Qué pensás de su vuelta al club?
-Para mí Román es el ídolo más grande de la historia de Boca y creo que su vuelta al club es buenísima y habla también de lo que quiere al club. El se podría quedar tranquilamente sentado en su casa, pero vio que el club justamente necesitaba de su ayuda y cambiar mucho el rumbo de lo que se venía haciendo, y no tuvo problemas en meterse ahí para tratar de sumar y de colaborar, y para mí eso es re contra valorable.
-Recibiste propuestas para irte de Boca, pero elegiste quedarte: ¿Por qué?
-Fueron distintos momentos de mi vida. Por ahí cuando era más chica pensaba mucho en terminar la facultad, y después me fue pasando que Boca es mi casa. Yo me siento muy cómoda acá y no disfrutaría jugar en otro lugar de la misma manera que lo disfruto estando acá en Boca. Y si bien cada vez es más difícil quedarse por la cuestión económica, a mí la realidad es que me hace muy feliz estar en el club.
-La desigualdad en el deporte siempre existió, ¿Pero en el voley, cuánta desigualdad hay entre hombres y mujeres?
-Creo que pasa lo mismo que pasa a nivel social. Estamos en una época muy machista y patriarcal. Es una sociedad que creció y se desarrolló de esa forma. Por suerte hay muchas cosas que se van modificando, pero también siento que el deporte no está exento de estas diferencias de género, creo que al contrario, por ahí se acentúa muchísimo. Es muy difícil desarrollarse también siendo mujer en el ambiente del deporte porque nosotros tenemos ese parámetro social que se vive, en el cual por ahí tenemos que ser madres, y una mujer que quiere ser madre tiene más trabas para hacerlo. También se vive muchísima discriminación de género. El camino es muy largo y falta muchísimo para que exista una igualdad de género.
-Me podrías contar sobre el colectivo Doble Cambio.
-A principios del 2020, con nuestra clasificación a los Juegos Olímpicos que dio mucha visibilidad, sirvió para crear el colectivo Doble Cambio, que se creó justamente para tratar de profesionalizar la disciplina, de poner sobre la mesa un montón de problemáticas que hay.
Martina De Sosa 2B TM