En su última aparición del año en el Circuito, en este caso en el ATP 250 de Tel Aviv, el cuadro de eliminatorias para Diego Schwartzman parecía estar bastante accesible. Tenía por delante algunos rivales de menor calidad y ranking, por lo que era una buena oportunidad para pensar en llegar a instancias decisivas. Lamentablemente para el «Peque», las cosas no salieron como pensaba y quedó fuera del torneo rápidamente en manos del francés Arthur Rinderknech (56º).
El tenista europeo se cargó al argentino por 3-6, 6-2 y 7-6 (9-7) en 2 horas y 38 minutos de juego. Si bien Schwartzman había empezado el partido con el pie derecho, llevándose el primer set bastante fácil y rápido, con el correr del tiempo el francés ganó terreno en la pista y se llevó un segundo set en el que las inconsistencias del «Peque» quedaron en evidencia. El tercero fue el más peleado, pero Rinderknech fue más fuerte y ganó el tie-break apara ahogar la ilusión del argentino y seguir oscureciendo su 2022.
El año en general del argentino es para olvidar. Compitió en bastantes torneos y lamentablemente se quedó con las manos vacías en todos. Algo muy rescatable es que disputó todos los Grand Slam y no sufrió ninguna lesión de consideración. El año del «Peque» comenzó con el primer torneo grande, el Australian Open, torneo del cual quedó fuera en segunda ronda luego de perder ante el australiano Christopher O’Conell en tres sets corridos.
Luego de la derrota en Australia, el porteño jugó dos torneos locales: el Córdoba Open y el Argentina Open. En la provincia mediterránea su desempeño no fue malo, pasó las primeras dos rondas mostrando un buen juego y dejando fuera dos rivales que podían hacer fuerza, pero quedó afuera en semifinales ante el chileno Alejandro Tabilo. En Buenos Aires sintió el cariño y el apoyo de su gente, nuevamente demostró un gran desempeño y llegó a la final, en donde se enfrentó al noruego Casper Ruud. El local se llevó el primer set y tuvo todo para cerrar el segundo y quedarse con la copa, pero el top ten del ranking mundial se despertó y terminó llevándose los últimos dos sets y la corona hacia el país nórdico.
La final y el desempeño en el abierto de Argentina, llevaron al «Peque» a una nueva final, en el Abierto de Río de Janeiro. Luego de dejar en semifinales a su compatriota Francisco Cerúndolo, Schwartzman enfrentó en la final del torneo a Carlos Alcaraz, con quien cayó por 6-4 y 6-2. Menos de un mes más tarde la cita fue en Indian Wells, donde el rendimiento del argentino comenzó a caer. En esta competición quedó afuera temprano, en segunda ronda, ante el local John Isner, quien se llevó el encuentro en dos sets corridos. Tras quedar eliminado en Indian Wells, California, el argentino que arrancó como el mejor posicionado en el escalafón mundial se quedó en el país norteamericano para disputar otro torneo allí, el Masters 1000 de Miami. La mala racha continuó y se quedó con las manos vacías apenas en la primera ronda del torneo ante Thanasi Kokkinakis.
Fuera de América el desempeño del porteño levantó, esta vez en Montecarlo. El «Peque» dejó en primera ronda a Karen Khachanov y luego en tercera ronda venció al italiano Lorenzo Musetti, dos tenistas acostumbrados a competir en el alto nivel. En cuartos de final le tocó enfrentarse contra el griego Stefanos Tsitsipas y, en un partido muy duro a tres sets, el europeo termino quedándose con el encuentro y eliminando al argentino. Una vez más, pero esta vez en el Barcelona Open, Schwartzman eliminaría a Musetti en octavos de final y en cuartos a Felix Auger-Aliassime sin ningún problema. En semifinales Pablo Carreño Busta le cortó el sueño de la corona al argentino en dos sets. Más tarde tocaría Madrid Open, donde tuvo un flojo juego y quedó eliminado en segunda ronda ante Grigor Dimitrov.
En mayo llegaría otro Grand Slam para el año de Schwartzman: Roland Garros. El argentino comenzó el torneo con el pie derecho dejando eliminado en primera ronda a Andrei Kutsnesov, en segunda ronda al español Jaume Munar y en tercera ronda a quién lo había eliminado en Madrid, Dimitrov. En la cuarta jornada le tocaría el partido más difícil hasta lo que iba del año, frente a Novak Djokovic. Poco pudo hacer el bonaerense ante el serbio, que lo limpió en tres sets corridos. Wimbledon sería otra decepción para Diego. Lamentablemente quedó eliminado en segunda ronda ante el británico Liam Broady en cinco sets. Aunque no tuvo un mal partido, pagó caros los errores.
El último Grand Slam del año, el Us Open, no recibió de buena manera al argentino y el local Frances Tiafoe se encargó de enviarlo a casa en tercera ronda, dejando al argentino de 30 años sólo con las ganas de poder coronarse con su primer Grand Slam. La Copa Davis, torneo que el público argentino sigue aclamando luego del título en 2016, fue decepcionante para el seleccionado argentino que tenía como arma principal a Schwartzman. Sin embargo, en la cita mundialista no logró ganar ningún encuentro y no fue elegido para la serie más importante de la competición, ante Italia por la clasificación.
Joaquín Guarella – 2ºA Turno Mañana