Los crímenes ocurridos hace 20 años de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán, generaron un proceso legal que determinó la cadena perpetua para el entonces comisario Alfredo Fanchiotti y el cabo Alejandro Acosta. Ambos estuvieron en el operativo que terminó con la represivo de los manifestantes. Sin embargo, para los familiares de las víctimas hoy no es suficiente esto, por lo que piden una nueva investigación sobre la responsabilidad del ex presidente interino Eduardo Duhalde.
La protesta militante del Movimiento de Trabajadores Desocupados que terminó en una jornada de muertes y heridos, tuvo lugar el 26 de junio de 2002 en los alrededores del Puente Pueyrredón, a pocas cuadras de la estación ferroviaria de la localidad de Avellaneda.
Esa tarde, las fuerzas policiales respondieron a la protesta con un feroz operativo, en donde Maximiliano Kosteki fue asesinado de un balazo en las puertas del supermercado Carrefour, en tanto a Dario Santillán se le disparó en el interior del hall ferroviario a manos de los ex policías Fanchiotti y Acosta.
La investigación que piden los familiares de los dirigentes fallecidos en la “Masacre de Avellaneda”, busca encontrar si existió una orden para reprimir la movilización piquetera con balas de plomo de Eduardo Duhalde y sus ministros. Por ello, está en el juzgado federal de Ariel Lijo, quien delegó la indagación en la fiscal Paloma Ochoa.
La causa se inició en 2003 por iniciativa de la madre de Kosteki, Mabel Ruiz, quien falleció al tiempo después de recurrir a los tribunales para reclamar justicia por la muerte de su hijo. En 2004 se frenó la causa por las responsabilidades políticas de la que se juzgó a Fanchiotti y Acosta. Desde ese momento, el expediente no logró avances significativos y en mayo de 2012 el fiscal de la causa, Miguel Osorio, decidió archivarlo por inexistencia de pruebas. No obstante, en 2015 a raíz de la presentación de nuevos elementos de los representantes de las familias, se logró una reapertura del expediente.
Las últimas pruebas que se incorporaron a la investigación, son que las que se ven en el documental “Diciembre”, en el que fue entrevistado el ex presidente interino. En ese material se ve al mismo Duhalde reconocer una actitud poco tranquila para tratar lo que fue la marcha que culminó con la muerte de Maximiliano Kosteki y Dario Santillán, y de 33 heridos de balas con plomo.
“Dí la orden de que no pasaran los piqueteros”, dijo Duhalde en el documental y agrega: “La gente no puede hacer lo que quiera”. Con estas palabras del ex presidente, refuerza la investigación y la fiscalía también contempla determinar si hubo participación de fuerzas federales como la Policía Federal o la Prefectura, lo que probaría una operación coordinada en conjunto con el poder político nacional.
Asimismo, la justicia reiteró sus pedidos a la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) en busca de determinar cuáles fueron los comportamientos días previos a la jornada de la masacre de la Secretaría de Inteligencia. En esta línea, hubo varias informaciones que trascendieron de las fuentes judiciales del día de la represión, en las que se registraron dos llamados desde el teléfono de la SIDE al funcionario Fanchiotti, aunque el policía no los atendió.
Desde que se reabrió la investigación judicial, prestó declaración testimonial el ex intendente de Avellaneda, Oscar Laborde, y dirigentes sociales como Nora Cortiñas, miembro de Madres de Plaza de Mayo y Luis Zamora, dirigente de “Autodeterminación y Libertad”.
El mismo ex comisario Fanchiotti, que luego de disparar sobre los manifestantes intentó instalar en los medios que las muertes fueron provocadas por enfrentamientos internos del movimiento piquetero, solicitó este año que se le otorgase la libertad condicional. Sin embargo, la justicia de Lomas de Zamora le negó el beneficio. Esta decisión la ratificó la sala III de la Cámara de Apelación, lo cual indica que Alfredo Fanchiotti seguirá cumpliendo su condena a perpetua.
Anabella Silvero – 2ºB Turno Tarde.