El volcán Copahue, ubicado en la provincia de Neuquén, en el límite de la frontera con Chile, incrementó hace unos días su actividad y el volumen de cenizas emanadas desde su interior, según reportaron el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) y el Servicio Geológico Argentino (SEGEMAR). El organismo estatal chileno decretó la alerta amarilla y se ordenó el despeje y restricción de todos los accesos al cráter en un radio de 1000 metros. Dicho informe establecido por el organismo chileno indica que la actividad del volcán aumenta y es posible una erupción mayor en cuestión de semanas o meses.
El volcán Copahue, cuyo nombre significa “azufre” en mapuche, continúa emitiendo una cortina de humo gris desde el anterior domingo, aunque los expertos no pueden saber con exactitud cuándo fue que comenzó el fenómeno, debido al mal clima y las difíciles condiciones meteorológicas que rodeaban a la región.
“Se ha registrado un aumento en la energía y magnitud de la columna de cenizas emanada desde el cráter principal del volcán Copahue, visualizándose en las cámaras IP que monitorean el volcán una columna de color gris que se ha mantenido durante toda la jornada”, indicó el informe del Servicio Nacional chileno.
“Lo que sucedió el domingo en el volcán Copahue, y llamó la atención, es que comenzó con una emisión de cenizas, una actividad superficial ligeramente mayor a la que venía teniendo”, manifiesta el geólogo Mariano Agusto, de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires.
En el año 2012 y 2013 este mismo volcán ya había tenido una gran actividad, con emisión de cenizas frecuentes con explosiones de baja magnitud, y por entonces las autoridades debieron evacuar a la población que vivía a los alrededores del volcán. Desde fines de abril y después de cuatro años había bajado su calificación de amarillo a verde.
Lucas Soto, Franco Niccolini y Lautaro Escobedo