Todos dimos un apretón de manos alguna vez en la vida. Pero es mucho más que agarrar a la otra persona. Las posturas, la fuerza, la rigidez de las manos, son pequeños detalles que pueden demostrar de entrada la personalidad de la gente. Aquí analizamos las distintas opciones y su significado del movimiento más usado por los políticos.
Con las dos manos
Estrechar las manos con alguien es el inicio de una conversación o hasta una relación. Hay que elegir la distancia, el tipo de contacto y la actitud que se quiere transmitir. Tenga cuidado de no pisarle el pie al otro y no se pase con la efusividad. Dar la mano así, con las dos a la vez, indica cordialidad, pero también paternalismo.
De a tres
Se dice que tres son multitud, pero ¿Por qué no? Es una gran forma de ver a las otras dos personas con las que estas tratando. Como toman este triple saludo. Será quien pone la mano sobre las otras dos es una muestra de autoridad e iniciativa.
La de siempre
Se pueden transmitir muchos mensajes con las manos, y la fórmula más clásica de apretón de manos es un vehículo privilegiado de nuestra actitud: dominante (dorso en alto), desconfiada (encorvado), insensible (apretar demasiado la mano del otro). La mejor solución es el encuentro perpendicular con un leve movimiento vertical.
Nicolás Albino y Martín Feijóo