Cuando todos creían que la historia entre Ben Simmons y Philadelphia 76ers. estaba a punto de finalizar, un nuevo capítulo salió a relucir y es el que refiere a las franquicias interesadas en el base, quien está en busca de un nuevo conjunto desde el final de la temporada pasada. Además, las multas vuelven a instalarse en el caso, siendo más severas que nunca.
Hace semanas el rumor del interés de Boston Celtics sobre Simmons comenzó a elevarse, hasta el punto en el que diversos medios aseguraron que existieron conversaciones con los Sixers donde la negociación parecía tomar rumbo. No obstante, uno de los ítems propuesto por los de Pensilvania fue el detonante para que la escuadra verde retroceda en la operación.
Los 76ers. estaban interesados en que la figura de Massachusetts, Jaylen Brown, ingresase en la negociación como intercambio para ceder al base. Sin embargo los Celtics, a pesar de no haber comenzado la temporada como deseaban, tomaron la decisión sobre su plantel y sobre Brown, a quien han declarado como intransferible, descartando toda opción de intercambio o incorporación.
Ante esta situación, Celtics dejó de lado su afán por sumar a Simmons y abrió paso para que otras franquicias pusieran foco en él, quedándose al margen Golden State Warriors, Los Angeles Lakers y Brooklyn Nets. Las instituciones interesadas ahora son Cleveland Cavaliers, Detroit Pistons, Houston Rockets, Indiana Pacers, Minnesota Timberwolves, Portland Trail Blazers, Sacramento Kings, San Antonio Spurs y Toronto Raptors.
De igual manera su futuro es incierto, pues a pesar de los rumores que rondan, la cláusula de salida impuesta por el conjunto de Pensilvania es alta y las posibilidades de varios equipos quedan descartadas en el camino.
El deseo de partir por parte del basquetbolista australiano nació al finalizar la temporada pasada, donde los Sixers tuvieron un desenlace desalentador frente a Atlanta Hawks en los playoff al perder con un bajo rendimiento de Simmons, quien tuvo la oportunidad de igualar el marcador en el 4° cuarto y lo desperdició. Como resultado, el rechazo y la impaciencia se instauraron en los dirigentes y fanáticos, factores importantes en vista de lo enardecida e intensa que es la hinchada de la franquicia.
Ante ello Simmons no se presentó en eventos tales como entrenamientos, actividades de equipo y partidos de pretemporada. Allí se efectuó la primera multa, donde el deportista perdió $1.4 millones de dólares, a lo cual respondió exponiendo ante los dirigentes que no está listo emocionalmente para volver a las canchas. Desde entonces, para respetar las reglas de la NBA, donde protegen los salarios de jugadores que no asisten a eventos por causas de su salud mental, los 76ers. cesaron con la penalización.
No obstante, en las últimas semanas y entre toda la vorágine de una posible partida, desde Philadelphia demuestran que la poca paciencia que resguardaban con el basquetbolista se está agotando y vuelven a multarlo una vez más. En esta ocasión se dio a causa de la negación de Simmons ante la oferta de asistencia psicológica por parte de la institución. Aunque esta no es la única causa, sino que se acopla a la decisión que adoptó posteriormente, ya que el oceánico dio a conocer su propia búsqueda de un profesional por medio de la Asociación de Jugadores de la NBA (NBPA) lo cual provocó que todo estallase nuevamente.
La franquicia pretende proseguir con las multas hacia el jugador mientras él siga negándose a colaborar con la institución en relación con su salud mental. Con el fin de estar conformes respecto a la comunicación entre ambas partes, la dirigencia aprieta el acelerador haciéndole perder al deportista un equivalente a $360.000 dólares, monto que ganaría por duelo. La primera multa ya fue ejecutada y se prevé que se sumarán más en caso de que el australiano no ceda para retomar sus actividades, tanto deportivas como psicológicas.
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