Según los datos de la Confederación Argentina de Handball, 71 jugadores argentinos han sido traspasados de club, principalmente a equipos de España, Italia, Francia, Rusia y Suecia.
De estos 71 jugadores, 28 son mujeres y 43 son hombres. La falta de una liga nacional profesional y la ausencia de competencias locales por la pandemia, además de la crítica situación económica del país, generó un traspaso sin precedentes de jugadores y jugadoras del handball argentino, sobre todo a clubes europeos.
«Es una sumatoria de cosas. Las chicas están marcando el camino, antes no se iban tanto. Nosotros lo entendimos hace varios años, cuando varios jugadores, entre ellos mi hermano Sebastián, empezaron a irse. Ahora la tecnología y la conectividad hacen más fácil irse. Encima, la pandemia acentuó todo. En Argentina, no se pudo jugar durante mucho tiempo y eso también sumó», afirmó el armador central Diego Simonet, máxima figura del seleccionado argentino masculino.
Además añadió: «Es la realidad y el futuro. Es importantísimo para las selecciones. Es la mejor manera. De acá a diez, quince años, lo mejor es irse a un buen lugar en Europa donde progreses y tengas un buen entrenador. Ojalá comience pronto una nueva era en el handball a nivel nacional para así no tener que irnos a Europa»
Por otra parte, Santiago Barceló, de 19 años, ex River Plate y que pasó de Vilo al club Benidorm, de la primera división española, expresó: «Hoy en día, los jugadores jóvenes tenemos la ambición de seguir creciendo y mejorando. La situación en la que se encuentra el handball en Argentina no nos permite eso. No logramos utilizar todo el potencial que tenemos, tenemos un techo. Es por eso que buscamos otras oportunidades. Otro motivo por el cual los jugadores emigran es que el handball en Argentina es amateur. Conlleva mucho tiempo y esfuerzo. Los jugadores tienen otras prioridades, no pueden dedicarse cien por cien al deporte. En cambio, en Europa el handball es profesional. Es un trabajo, cada jugador cobra su sueldo, y eso hace que el nivel sea muy superior. Hay buenos entrenadores, buenos materiales para entrenar, buenas canchas. Todo influye».
Julián Sanguinetti, 2° B, turno mañana