Pablo Matera, ex capitán de Los Pumas, será jugador de Crusaders de Nueva Zelanda desde la próxima temporada y formará parte de la lista de los privilegiados no neozelandeses en formar parte de la liga del país oceánico. Un hecho con un solo antecedente para el rugby argentino.
El ex capitán de Los Pumas será la nueva incorporación de los Crusaders, una de las franquicias más importantes del mundo ovalado. Pero eso no es todo porque no sólo será el segundo argentino en jugar para la liga Christchurch -el primero fue el mendocino Matías Díaz que jugó para Highlanders en el 2014-, sino que además formará parte de la lista dorada de los pocos jugadores que fueron parte del club neozelandés. Pero como no todo es color de rosas, tendrá que esperar hasta la temporada 2022 para debutar con el conjunto de Scott Robertson. Por lo pronto, seguirá jugando en Stade Français.
Hace unos meses, el forward argentino había manifestado en la revista especializada francesa Midi Olympique que hace un tiempo le habían ofrecido desde el equipo parisino una renovación por tres temporadas, pero él fue “honesto” y les contestó que “es feliz acá -en Francia- y mi familia también pero pronto cumpliré 28 años y no quiero quedarme en el mismo lugar por los próximos tres o cuatro años. Quiero descubrir nuevos lugares, nuevas culturas, nuevos rugbiers”. Lo consiguió. Jugará nada más y nada menos que en el equipo de Nueva Zelanda más importante del mundo: fue campeón diez veces del certamen (las últimas tres entre 2017 y 2018).
“Pablo es uno de los principales forwards del mundo. Es un jugador hábil y tenaz con cualidades de liderazgo, que nos ha impresionado con su físico y su ética de trabajo. Estamos muy emocionados de que se una a nosotros la próxima temporada y
comparta su experiencia con nuestro grupo de jóvenes aleros que están aprendiendo su oficio», aseguró Robertson, el entrenador de Crusaders, dándole un mimo al jugador argentino.
Pero no fue el único que lo elogió. El CEO del equipo, Colin Mansbridge, señaló: «Sabemos que Pablo está ansioso por volver a jugar Super Rugby, y estamos entusiasmados con la posibilidad de que se una a nosotros aquí en Christchurch en 2022. Todavía estamos trabajando en los detalles más finos de esto con Pablo y su agente, pero esperamos poder darle la bienvenida a nuestro entorno una vez que esté completo».
Desde el año 2011 los equipos neozelandeses puedan incorporar en sus equipos jugadores no nacidos en el país. Esto se debió a que, en el 2010, Nueva Zelanda cambió su reglamento con respecto a las franquicias del Super Rugby y eliminó este impedimento para los jugadores extranjeros. Desde esa fecha hasta la actualidad, Crusaders incorporó muy pocos extranjeros a sus filas: Nemani Nadolo (Fiji), Ben Volavola (Australia), Peter Samu (Australia), Michael Ala’alatoa (Australia), Nepo Laulala (Samoa), Nathaniel Apa (Samoa), Jone Macilai (Samoa), Manasa Mataele (Fiji), Sevu Reece (Fiji) y Oliver Jager (Irlanda).
De este pequeño grupo selecto algunos se nacionalizaron neozelandeses y, en alguna oportunidad, representaron a los All Blacks.
Ahora sólo será cuestión de tiempo para que Matera pueda demostrar su máximo rendimiento como ya lo supo hacer en Los Pumas, Alumni y Leicester Tigers. Mientras tanto, lo extrañan desde Paris y los argentinos cruzan los dedos y confían que se quedará
vistiendo la camiseta albiceleste.
Ariadna Bianchi, 2° B, turno mañana