El fútbol inglés siempre fue caracterizado por su pragmatismo, la rigidez de sus sistemas de juego y, sobre todo, la poca evolución de los mismos. Sin embargo, en esta última temporada de la Premier League se vivió un verdadero cambio que revolucionó la manera de ver este deporte en su país de origen. Porque Chelsea, equipo que se consagró campeón el pasado viernes 12 de mayo, utilizó durante gran parte del certamen una línea defensiva compuesta de tres hombres que tantos éxitos le dio a Antonio Conte en Juventus, muy distinto a lo que nos tienen acostumbrados las escuadras inglesas. Pero, como toda revolución, tiene sus disparadores.
La llegada del italiano a la dirección técnica del conjunto londinense parecía ser la solución a la pobre campaña realizada el torneo pasado, con José Mourinho como técnico. A largo plazo lo fue, pero no desde el principio, porque los blues tuvieron un arranque irregular en las primeras seis fechas, con un 4-2-3-1 (que podía variar a un 4-1-4-1) como esquema táctico. A pesar de haber empezado con tres victorias, el empate frente a Swansea y las derrotas ante Arsenal y Liverpool encendieron las alarmas. Tras perder ante el equipo de la ciudad de los Beatles, el ex entrenador de la selección de Italia decidió dejar de lado las improvisaciones y regresó a la formación con la que logró tres títulos de Serie A con la Vecchia Signora. Sacó un defensor, dejando solamente a tres jugadores en ese sector de la cancha. David Luiz, Gary Cahill y César Azpilicueta se encargaron de ser los ejecutores de un plan viejo y conocido para Conte, pero nuevo para la liga inglesa.
La implementación del tridente defensivo no tardó en dar sus frutos, ya que, desde su primera aplicación, el flamante monarca del fútbol británico ganó trece encuentros consecutivos, seis de ellos al hilo con el arco en cero. Esta recuperación le permitió al Chelsea alcanzar la punta de la Premier en le fecha 12 para no soltarla más, cosa que terminó de confirmar con su victoria 1 a 0 sobre West Bromwich, a falta de un cotejo para la finalización del torneo y sacándole diez puntos de ventaja a su más cercano perseguidor, el Tottenham del argentino Mauricio Pohettino. Esta consagración le permite disputar la edición 2017/18 de la Champions League.
En cierto modo la obtención de su sexta liga inglesa también se debe a la pobre campaña realizada el año pasado, ya que la décima posición conseguida lo privó de participar en los certámenes internacionales. Esto, sumado a la temprana eliminación de la Copa de la Liga, hizo que se enfoque de lleno en la Premier, dándole a Conte su primer título fuera de su país natal en su primera temporada al frente del equipo. Por otro lado, el día 27 de mayo tendrá una nueva chance de conseguir otro título más en tierras británicas, cuando enfrente al Arsenal en una nueva edición del clásico londinense.
Nicolás Cardinale
2°A – Turno Mañana