La manera de hacer películas a lo largo de la historia ha ido cambiado a través de la historia del cine, y los grandes cambios fueron muy influenciados por los grandes avances de la tecnología como los efectos especiales, las nuevas cámaras y sus distintos soportes, entre otros. Estos cambios permitieron a los creadores de las historias producidas para los cines, dejar de lado la historia y utilizar todos sus recursos para crear escenas alucinantes con explosiones, acrobacias, viajes espaciales o bien, apariciones de seres de otros planetas.
Los resultados que partieron de este nuevo estilo de films, donde se deja de lado el contar una buena historia para jugar con los efectos especiales, son considerados como la “comida chatarra” del cine, por el hecho de que se disfruta en el momento y no apela a nada más. Un ejemplo de este tipo es la saga de “Rápido y Furioso” que tiene grandes secuencias de acción pero las películas carecen de profundidad con respecto a los personajes o a su historia.
Sin embargo, su existencia en las carteleras de todos los cines hacen que el público consumidor tenga más variedad para elegir qué ver. Historias como la de “El Padrino” (1972) o “Joker” (2019) son muy interesantes pero a la vez complejas, donde hay una suma de conceptos sociales y aspectos de los personajes que invitan a los espectadores a entender por sus propios medios las problemáticas de la trama. Por ende, esta variedad de películas permiten que los consumidores tengan a elección si ver una historia para reflexionar y entender, o bien, un film para pasar un buen rato y observar escenas de acción llenas de explosiones y peleas de todo tipo.
El cine actual necesita de este tipo de variedad para que aún exista el público interesado en pagar una entrada para entrar a las salas, más teniendo en cuenta a los servicios de streaming y a las distintas plataformas que existen en internet y amenazan al subsistir de los cines en el mundo.
Enzo Coria. 2°A Turno mañana