El Gobierno nacional le pidió la renuncia a Federico Basualdo. Se trata del subsecretario de Energía Eléctrica y asesor del Instituto Patria en el área. Es una persona sostenida en el cargo por Cristina Kirchner, la Cámpora y el ministro del interior, Wado de Pedro. Basualdo se niega a renunciar pero se espera que abandone el cargo en los próximos días. Cualquier sea el desenlace causará una crisis de gobierno.
Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner aún no saben cómo evitar dañar su imagen. Ambos conversaron sobre el futuro de Basualdo y consensuaron que su renuncia era un hecho político. A cambio, Guzmán debía diseñar una segmentación tarifaria eléctrica en las condiciones recomendadas por La Cámpora.
La exigencia de esas condiciones se piensa que tienen que ver con un acuerdo que Martín Guzmán cerró con el FMI. Es un aumento de las tarifas eléctricas del 28 al 30 por ciento. Máximo expresó su enojo, porque acepta ese ajuste económico y menos a cinco meses de las elecciones. El ministro de Economía niega esa versión y reconoce que pensó en al menos dos ajustes de las tarifas eléctricas. Máximo Kirchner propone algo imposible en la negociación con el FMI, plazo eterno de pagos y una tasa de interés mínima.
El ministro de Economía quiere tener la posibilidad de llevar adelante su gestión y un plan económico con números concretos y datos. Su intención es reducir el déficit para resolver otros problemas. En ese sentido no tiene otro remedio que reducir los subsidios y bajarlos significa aumentar las tarifas. Ya ha pasado en los países vecinos como Brasil y Chile que ante subas de tarifas aparecieron los levantamientos sociales que han movido a sus líderes del poder.
Por el momento se informó un único aumento del 9% en la electricidad como propuso Basualdo que se mantiene en su cargo. Guzmán quedó desautorizado de su política económica. La imagen de Alberto Fernández también quedó desdibujada. Cristina Kirchner está alarmada por el panorama electoral. Mientras siguen las discusiones en el gobierno y hay crisis en varios frentes. La actividad oficial sigue su curso, Guzmán y Cafiero tendrán reunión del gabinete económico en la Casa Rosada. Guzmán quiere cumplir con el presupuesto 2021 donde se incluyó una baja de los subsidios.
El sector empresario está preocupado por lo que implica esta disputa. La mayoría de las empresas comparten las ideas de Guzmán, sobre la necesidad de reducir el déficit fiscal, bajar la emisión monetaria, acordar con el FMI y controlar la inflación.
Alberto Fernández se encuentra atravesando la crisis más fuerte desde que comenzó su mandato. No sólo por haber fallado con la salida de Basualdo. El problema fiscal se encuentra en la cuestión energética con los subsidios de luz y gas, más que nada en el AMBA. Para reducir los subsidios Guzmán tiene que aumentar las tarifas en varios tramos. Pero hoy por hoy, la vicepresidenta no lo autoriza.
A todas estas polémicas en medio de la pandemia se suman también las ya conocidas vacunas VIP que provocaron protestas en distintos puntos del país, en la emblemática Plaza de Mayo, frente a la Casa Rosada y otras zonas del centro de la ciudad.
En la céntrica plaza se concentraron personas y líderes de la oposición, como el congresista Mario Negri, quien afirmó que: «La gente tal vez se movilizó por indignación, porque en el Estado se han hecho muchas cosas, y es cierto que faltaban vacunas, pero lo que sobraba y sobra es inmoralidad política en el Gobierno», y añadió “cualquier argentino de los 10.000 que se murieron desde que se empezó a vacunar puede pensar que a lo mejor un familiar si tenía una vacuna se salvaba».
A pesar de la crisis en el gobierno, el presidente Alberto Fernández continúa con su agenda prevista para el mes de mayo. En los próximos días viajará a Europa junto con el Ministro Guzmán a reunirse con las máximas autoridades de España, Francia e Italia. Días más tarde en el Vaticano tendrá un encuentro con el Papa Francisco. En la visita a Francia se reunirán con el presidente Emmanuel Macron y mantendrá las negociaciones con el Club de París. La Argentina deberá cumplir a fines de mayo con un vencimiento de 23000 millones. También continuarán con la renegociación de la deuda del FMI.