El 18 de mayo de 2019 una nueva etapa en la política de nuestro país se estaba preparando para llegar a gobernar a todos y todas. En un extenso video de 13 minutos, Cristina Fernández de Kirchner anunciaba al ex jefe de Gabinete, Alberto Fernández, como su compañero de fórmula en el Frente de Todos: él en carácter de presidente y ella de vicepresidenta.
El pueblo argentino se sorprendió ante el anuncio de la exmandataria y las felicitaciones -también unas pocas críticas- comenzaron a llenar las redes sociales y los medios de comunicación. CFK era consciente que su imagen podía llegar a generar divisiones, entonces optó por un candidato de perfil bajo, conocido, pero sin controversias y correcto: Fernández era ideal. Este dúo comenzaba a formular la idea de unir al país tras un objetivo en común: el bienestar de todos y la finalización de una política neoliberal que beneficiaba a unos pocos.
Diez días antes, el 8 de mayo, CFK se comunicó con Fernández y le dijo de encontrarse para comentarle por qué creía que el sería un buen candidato, en ese entonces, el abogado estaba dando una clase en la Universidad de Buenos Aires. Una vez que aceptó el ofrecimiento, la expresidenta comenzó a idear las estrategias de campaña y cómo se presentaría la fórmula. Cristina optó por un compacto en el que introducía a quien competiría con el actual presidente de ese entonces, Mauricio Macri, informando que fue Jefe de Gabinete de Néstor Kirchner; además agregó: “aquellos fueron tiempos muy difíciles, pero estos que estamos viviendo hoy los argentinos y las argentinas son realmente dramáticos”.
A partir de allí, la idea de proponer a un candidato cuyo peso político sea propio y bien visto por la mayor parte de los ciudadanos fue causando efectos positivos de manera que comenzaron a liderar las encuestas y así mismo generar un efecto dominó en los demás aspirantes al máximo cargo político que se bajaron de la competencia electoral, tales como Agustín Rossi, Felipe Solá y Daniel Scioli. Así, el camino de Alberto comenzó a tomar forma, la gente se acercó a él, tomaron su mensaje y confiaron a tal punto que logró obtener un buen triunfo por 15 puntos en las PASO y llegar con mucho rédito a las Elecciones Presidenciales donde “Frente de Todos” se quedó con el 48,24% de los votos.
Así, el Frente de Todos comenzaba a latir y la gente se aferraba a Alberto, un hombre que invitaba a creer y demostraba sus valores y convicciones.
Agostina Pozzi.