Para muchos, dormir significa simplemente apoyar la cabeza en una almohada, entrar en sueño y despertarse a la mañana siguiente, listos para afrontar el día. Pero un número significativo de personas sufren insomnio crónico; para ellas, la noche se vuelve insoportable y, en consecuencia, el día también. Diversas investigaciones señalan que este trastorno del sueño provoca pérdida de funciones cerebrales normales que reducen significativamente el rendimiento del individuo. Y hay datos que alarman: según estudios, un 10% de jóvenes entre 16 y 25 años sufre de manera crónica todos los síntomas del insomnio.
Pero, ¿cuáles son los principales causantes de este trastorno del sueño?
- Quedarse largas horas en la madrugada, cambiando totalmente el ciclo de sueño
- El contacto con aparatos tecnológicos constantemente
- Beber bebidas azucaradas y/o exceso de alcohol
- Acostarse en la cama y no relajarse apropiadamente
- Comer demasiado o, el otro extremo, la falta de alimentación
Es vital dormir como mínimo ocho horas, lo cual permite que el organismo se relaje y genere la energía necesaria para desarrollar al máximo sus potencialidades, y además evitar graves consecuencias a futuro, como la de necesitar la influencia de fármacos para solucionar estos trastornos nocturnos.
Establecer rutinas y horarios fijos, practicar ejercicio durante el día, dotar al dormitorio de un ambiente óptimo para dormir (temperatura, luz y ruido adecuados), evitar alimentos estimulantes durante las últimas horas del día, habituarse a rutinas relajantes o tomar una bebida caliente antes de dormir son consejos para poder tener una confortable noche y poder descansar lo necesario.
Pero si estos “tips” todavía no resuelven tu problema de insomnio, no olvides consultar a un profesional al respecto.
Nicolás Albino y Martín Feijóo