El presidente de Francia Emmanuel Macron, decretó un toque de queda en París, y en ocho ciudades francesas donde los casos y los datos de COVID-19 se han disparado de manera preocupante. A partir del sábado, los ciudadanos deberán quedarse en sus casas desde las nueve de la noche hasta las seis de la mañana. En principio serán cuatro semanas y se podría alargar dos más, si el Parlamento lo autoriza.
El objetivo del Gobierno francés es restringir las libertades para evitar la transmisión del coronavirus en restaurantes, espectáculos, eventos deportivos y reuniones familiares, y de esa manera prevenir una nueva catástrofe sanitaria. “Lo que se ha llamado toque de queda es una medida pertinente”, declaró Macron en una entrevista.
Las empresas y las escuelas seguirán abiertas, y también funcionarán los transportes urbanos entre ciudades para mantener activa la vida económica, social y educativa del país europeo. Estas libertades estarán vigentes en el horario diurno para disminuir los contagios y evitar una nueva cuarentena total como sucedió entre marzo y mayo.
Además de Paris, las ciudades con toque de queda son Grenoble, Lille, Lyon, la metrópolis de Marsella y Aix-en-Provence, Rouen, Saint-Étienne, Toulouse y Montpellier, que conforman las llamadas “zonas de alerta máxima” con de 250 casos por cada 100.000 habitantes y más de 100 casos por 100.000 habitantes mayores de 65 años y un 30% de pacientes en la UVI por COVID-19.
La medida afectará a entre 18 y 20 millones de habitantes que viven en Francia y aquellos que por motivos laborales o de emergencia circulen sin un justificante en las horas prohibidas pagarán una multa de 135 euros y si reinciden será de 1500 de la misma moneda.
Macron ha garantizado ayuda económica a los sectores más perjudicados, una extensión del seguro de desempleo y nuevos préstamos para las empresas. Además, dará un subsidio de 150 euros para los que perciban el ingreso mínimo. La idea es evitar la quiebra de empresas como resultado de las medidas del Estado y asegurar la protección social.
El sistema de test masivos y de rastreo no ha funcionado. Como en muchos otros países, el número de casos por día es alto. Desde que comenzó la pandemia, Francia acumula 779.063 casos y 33.037 muertes. La UCI tiene cerca de 1.700 personas, por una capacidad nacional de cinco mil camas. El motivo principal de las medidas anunciadas es el temor a que el sistema hospitalario se acerque al colapso, como ocurrió recientemente en Francia.
Después del fin de la cuarentena estricta en junio y un verano en el que se fomentó el regreso a la vida cotidiana, en septiembre empezaron a encenderse las alarmas por el aumento de los contagios.
Solo existen antecedentes de toques de queda en el departamento de ultramar de Guyana, en la ciudad de Mulhouse y en otros municipios, que fueron decretados durante el confinamiento de la primavera pasada de Francia.
Nicolás Desimoni
Para saber más: https://www.france24.com/es/20201014-francia-toque-queda-paris-aumento-contagios-covid-19-macron