Las autoridades de la NBA decidieron que el resto de la temporada regular se disputara en el complejo de ESPN en Disney. Pero a dos semanas de la vuelta, los casos de coronavirus se dispararon en Florida, donde hay más de 100.000 contagiados y la tasa de infectados subió un 12%, lo cual encendió las alarmas de los directivos.
El 12 de marzo, luego de que el jugador de Uttah Jazz Rudy Gobert dio positivo de COVID-19, la NBA anunció mediante un comunicado que la competencia de básquetbol mas importante del mundo iba a quedar suspendida hasta nuevo aviso. Finalmente, tras muchas idas y vueltas sobre el regreso, Disney, quien es dueño de la cadena ESPN, ofreció las instalaciones del “ESPN Wide World of Sports Complex” a la NBA con el fin de que la competencia pudiera terminar de disputarse allí. El recinto se transformará en una denominada “ciudad burbuja” y contará con todas las instalaciones necesarias para alojar a los 22 equipos.
Si bien el objetivo de los clubes y de la liga es volver a jugar en las fechas estimadas, hay muchos jugadores que se mostraron en contra de volver; Kyrie Irving encabeza este grupo. El motivo del rechazo al regreso se debe a la situación social que vive el mundo; además, estos basquetbolistas mostraron su disconformidad con la burbuja y pusieron en duda las precauciones sanitarias. También un factor no menor es que desde la llegada del coronavirus hubo un total de 16 deportistas infectados.
La NBA, por ahora, se disputará en Disney en las próximas semanas como se había confirmado, pero la rebelión de algunos jugadores y el aumento de casos podrían hacer que los directivos se lo replanteen.
Lautaro Botana Castello