Primero vamos a explicar que es Vicentin, para los que todavía no saben. No es una empresa, tampoco una fábrica, es un conglomerado de agro industriales. Cuenta con su base en la ciudad de Santa Fe, pero tiene plantas productivas por todo el país. Su base es la producción y exportación de productos primarios como harinas, granos y aceites. Es la mayor procesadora de granos del país.
Según informes de funcionarios del gobierno el conglomerado cuenta con una deuda de $99.000 millones de pesos lo que equivale a unos 1.419 millones de dólares. Claudio Lozano, director del Banco Nación, anunció que entre los mayores acreedores se encuentran 37 bancos, quienes tienen el mayor monto de la deuda, unos $63.962 millones de pesos. También deben $25.657 millones, divididos en 1895 productores y además, $5.428 millones a sociedades relacionadas con la misma empresa. “Se trata de acreedores que forman parte del mismo conglomerado que está en concurso preventivo. No es una masa menor en el total de deuda, son $5.428 millones que representan el 5,5% del total de la deuda bajo concurso. Del mismo modo, y como dato también notable es que aparecen 98 acreedores que son accionistas de la empresa”, remarcó Lozano. Con esto quiso decir que Vicentin se reclama deudas a sí mismo.
El conglomerado, a fines del año pasado, declaró la cesación de pagos por estrés financiero y desde febrero está con un concurso preventivo en Reconquista, Santa Fe. A pesar de que el proceso judicial estaba avanzando sin inconvenientes el gobierno argentino decidió intervenir. El presidente Alberto Fernández dijo que intervino la empresa para lograr la soberanía alimentaria que el país necesita, preservar los puestos de trabajo y lograr que alrededor de 2600 productores puedan seguir contando con una empresa a la cual venderle lo que producen. Además, designó como interventor a Gabriel Delgado, quien dirige el Centro de Investigación en Economía y Prospectiva del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria.
Omar Perotti, gobernador de Santa Fe, envió una propuesta a Alberto Fernández, en ella destaca que una opción para rescatar la empresa es transformarla en una compañía mixta, adoptando una manera diferente a la expropiación.
“Con Alberto Fernández analizamos la situación de Vicentin. Repasamos todas las alternativas y no nos aferramos a los instrumentos. El propósito del Gobierno es preservar las fuentes de trabajo y que los productores puedan cobrar”, declaró, el actual interventor en su cuenta de Twitter.
Con @alferdez analizamos la situación de Vicentin. Repasamos todas las alternativas y no nos aferramos a los instrumentos. El propósito del gobierno es preservar las fuentes de trabajo y que los productores puedan cobrar. pic.twitter.com/CC29TxpFwi
— Gabriel Delgado (@rgabrieldelgado) June 21, 2020
Mientras tanto, Gustavo Idígoras, presidente de la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales, en diálogo con La Nación señaló: “Seguimos trabajando para que exista una opción moderada y siempre acorde con la ley. El respeto del proceso de concurso preventivo es clave. Dentro de ese proceso es posible buscar soluciones para la empresa, los trabajadores, los productores y los acreedores”. Es decir, están trabajando para evitar la expropiación.
Norberto Niclis, vicepresidente de Coninagro, en declaraciones en AM Radio ConVos, se refirió a la propuesta de Omar Perotti, que mencionamos anteriormente y la calificó como “más amigable” que la del gobierno. Además, agregó, que es bueno corregir el rumbo y que el gobierno había partido de un diagnóstico equivocado, refiriéndose a la decisión de postergar la expropiación de la empresa y respaldar la propuesta del gobierno de Santa Fe.
A todo esto Máximo Padoan, accionista de Vicentin, manifestó que el plan de Perotti es una “aberración”. En diálogo con Radio Rivadavia expresó que: “Lo único que se me ocurre cuando hablan de que esto es un plan superador, es que en el DNU designaron dos interventores y ahora son tres. Además, no es una intervención por 60 días, sino que no tiene fin, es permanente. Las nuevas soluciones que van apareciendo son cada vez peores”.
Como si no fuera suficiente con todas las repercusiones que este tema causó, la gente también se expresó y salió a calle a protestar contra la expropiación. En todo el país hubo banderazos a pesar del confinamiento obligatorio.
El tema recién comienza pero ya genera repercusión en la sociedad argentina.
Por Joaquín Lozano 2B TN