El presidente Alberto Fernández determinó la ampliación de la cuarentena administrada hasta el 24 de mayo iniciando la fase 5. Hace unos días había expresado su opinión al sector empresarial al aseverar que “los que dicen que salgamos de la cuarentena ya, sepan que salir en los términos que ellos reclaman, es llevar a la muerte a miles de argentinos”. Con el asesoramiento del panel de expertos, resolvió la inclusión de nuevas actividades económicas a la lista de exceptuadas.
Las actividades comerciales e industriales que analiza autorizar serían:
- Calzado y cuero.
- Indumentaria
- Papeleras
- Tabacaleras
- Automotrices
- Plásticos y químicos.
El viernes 20 de marzo mediante el Decreto de Necesidad y Urgencia N° 297/20 comenzó el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO) como disposición para combatir al Coronavirus. Una medida que para muchos fue drástica y que originariamente iba a durar 15 días, alcanzará su cuarta prórroga hasta el domingo 24 de mayo.
Frente a la declaración del 11 de marzo de la OMS en la cual se anunció que el COVID-19 se consideraba una pandemia, el presidente tuvo un fuerte apoyo de todo el arco político en su decisión de decretar el aislamiento a nivel nacional. Pero desde un primer momento el cuestionamiento estaba centrado en cómo se sustentaría la economía con todo el aparato productivo paralizado. Esto llevó al ejecutivo a incluir paulatinamente excepciones a la lista de actividades que podían realizarse.
El ministro de Salud, Gines González García, se mostró optimista en relación a la flexibilización de la cuarentena e indicó que «no soy yo el que decido, pero mi opinión es que la cuarentena debe seguir, pero con otras formas. Tiene que tener una apertura en términos económicos, con muchísimo cuidado. Pero la actividad productiva tiene que arrancar». No obstante, remarcó que «tenemos que adecuarnos sin perder lo conseguido, que tenemos un número muy bajo de casos, que venimos administrando la pandemia de manera exitosa. Pero eso no quiere decir que cantemos victoria».
Por otro lado, la directora emérita de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y nombrada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) embajadora en el comité de expertos mundiales creado por ese organismo en el marco de la pandemia, Mirta Roses, indicó que “las medidas de contención y cuarentena se aplicaron muy tempranamente, particularmente con el cierre de fronteras y de actividades, y la población realmente reaccionó -a pesar de que hubo algunas excepciones- con bastante disciplina. Pero sabemos que es una situación que no se puede seguir extendiendo por su impacto económico, social, psicológico, emocional”.
Luego de una reunión llevada a cabo en la residencia de Olivos entre el presidente, Horacio Rodriguez Larreta y Axel Kicillof, donde se trató la próxima fase de la cuarentena, el ejecutivo sumó el respaldo político que necesitaba para las medidas que serán anunciadas en las próximas horas. De este modo, Alberto Fernández y el jefe de gobierno porteño acercaron posiciones luego de la polémica que se suscitó por la autorización de salidas de esparcimiento que fue aprobada por la Nación y posteriormente vetada en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires.
En este marco y en busca de un confinamiento más blando, la Nación consensuó las medidas con las provincias. Lo que está claro es que en las grandes urbes urbanas las acciones serán mucho menos flexibles que las ciudades o pueblos con pocos habitantes. También influirá el nivel de contagio y el porcentaje de infectados sobre cantidad de habitantes.
Hay cinco restricciones que no se verán modificadas en la próxima fase: los colegios y las universidades; los eventos públicos y privados, sociales, culturales, recreativos, deportivos, religiosos y de cualquier otra índole que implique la concurrencia de personas; cines, teatros, centros culturales y clubes; el transporte público de pasajeros interurbano, interjurisdiccional e internacional y las actividades turísticas.
Lucas Pedrozo Ruiz, 2° B Turno Noche.