La tasa de contagios se disparó como lo habían previsto movimientos sociales presentes en barrios vulnerables. Hasta el 30 de abril, los barrios más pobres registraban oficialmente 124 casos y en cuatro días se duplicó la tasa. Según números del Gobierno de la Ciudad, se registraron 249 casos de covid-19 y seis decesos.
La villa 31 de Retiro es la más afectada, con 151 casos, «El Gobierno de la Ciudad actuó tarde porque no nos escucharon cuando les dijimos que si acá llegaba el virus, iba a ser un caos» dijo en declaraciones a Página 12 Raúl Rajneri del Comité de Crisis del barrio. La letalidad en la villa 31 así como en otros barrios vulnerables es del 2,4 por ciento, y para bajar esa tasa Fernán Quirós señaló que «hay que poner toda la potencia del Estado en las villas». La estrategia más funcional hasta el momento es el diagnóstico rápido a los enfermos y pasar puerta por puerta para informar a los vecinos de los síntomas y como advertirlos.
La falta de acceso al agua desde hace varios días imposibilita que la gente pueda lavarse las manos para cumplir con las medidas fundamentales de higiene para prevenir el coronavirus, lo que puede provocar un aumento mucho mayor de casos. El último fin de semana, una larga fila de personas con barbijos y tachos se vio para abastecerse de agua. El hacinamiento es otro de los factores de contagio, «¿Cómo hacés si vivís hacinado con más de 10 personas en una habitación o si compartís el baño con otras 3 o 4 familias y sin agua potable?», declaró a Infobae Joana Ybarrola, referente de la organización social La Poderosa y vecina del barrio 31 ante la situación preocupante, donde no solo avanza el COVID-19, sino también el dengue.
La Secretaría de Integración Social y Urbana está trabajando en coordinación con AySA para resolver el tema y aseguró que se está supliendo al barrio con camiones cisterna que reparten agua potable todos los días. El Jefe de Gobierno porteño aseguró que va a haber un aumento de casos y que el objetivo es prever y reducir el impacto, haciendo énfasis en el aseo habitual, el uso de barbijos y el distanciamiento social.
Las cifras en estos barrios generó críticas de los sectores opositores en la Ciudad, como Mariano Recalde y Ofelia Fernández, que expresaron su descontento por redes sociales y le apuntaron directamente a la gestión de Horacio Rodríguez Larreta. Lo hicieron a través de una carta abierta firmada por Adolfo Pérez Esquivel, la referente de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Nora Cortiñas, y varios artistas, intelectuales, organizaciones sociales y sindicatos. El ex futbolista Juan Pablo Sorín también mostró su preocupación: «Dolor, impotencia… ¡que las autoridades de la ciudad reaccionen, por favor!”, reclamó.
El Gobierno de la Ciudad lleva adelante operativos de limpieza de hidrolavado tanto en los complejos habitacionales como en los barrios, además de una campaña de concientización que van desde folletos “bajo puerta”, llamados telefónicos y a través de instituciones religiosas. Por último, el Gobierno porteño informó sobre medidas especiales para los adultos mayores, el mayor grupo de riesgo, y aseguró que cuenta con 28 centros de resguardo, 339 camas totales: 189 para personas mayores, 150 para personas en situación de calle o personas con consumo de sustancias prohibidas, y 150 camas en hoteles.