La crisis sanitaria y sus efectos llegó a las cárceles. Todo comenzó en el penal de Villa Devoto, en la cual se produjo el motín que dio el puntapié inicial al pedido masivo de excarcelaciones. El principal argumento es que no hay distanciamiento entre los convictos y que la higiene es mala. El conflicto sucedió después de conocerse que un agente penitenciario había dado positivo de coronavirus, y que 6 otros fueron aislados.
Se sumaron a todo este pedido, los detenidos en los penales de Junín, Florencio Varela y Quilmes. Los convictos de en Junín, y ante el posible ingreso de nuevos convictos advirtieron que: «están preparados para hacer todo el daño posible”.
Por otro lado y en la localidad de Quilmes, el juez Víctor Violini yaotorgó prisión domiciliaria a más de 2300 detenidos.
Víctor Violini, el juez de Quilmes
Ante la posible salida de los convictos, los reclamos y los rechazo populares se hacen masivos. A este descontento, se sumó la declaración del Presidente de la Corte Constitucional Alejandro Linares, que habló de «la falta de coordinación del Estado, para combatir la crisis carcelaria y la reiterada violación de los derechos principales de los reclusos».