El fútbol femenino es una disciplina que viene ganando terreno y popularidad en todo el país, pero sobre todo, en el interior. Las chicas se entrenan y esperan su debut en sus ligas locales.
Varios equipos afiliados a la Liga del Oeste ya cuentan con planteles y prácticas dedicadas exclusivamente al fútbol femenino, y su participación es cada vez mayor. Las mujeres salieron a la cancha y esperan contar con su propio campeonato.
Desde hace un tiempo, Barrio Norte de América y Jorge Newbery de Fortín Olavarría cuentan con su equipo de primera división y juegan en la Liga Trenqueláuquense de Fútbol Femenino, debido a que la del Oeste no tiene su propia competencia. A su vez, Barrio Norte sumó entrenamientos para las categorías formativas. Lo mismo sucede con Atlético Rivadavia, que en las fechas del torneo Infantil se hace notar con sus planteles femeninos. Jorge Newbery, Racing Foto Ball Club, Social de González Moreno e Independiente de América también cuentan con niñas en sus equipos.
En el Partido de Carlos Tejedor sucede algo similar. Gorra de Cuero abrió sus puertas al fútbol femenino y cuenta con casi 70 jugadoras de diferentes edades y que han llegado de localidades cercanas, como Colonia Seré y Timote. Fútbol Club de Tres Algarrobos también abrió sus puertas a la disciplina y cuentan con más de 80 chicas, lo que hizo que tengan que dividirse en “A” y “B” y de esa forma logró un mayor incentivo para las chicas para poder jugar y no quedar afuera.
Además, en ‘Sport’ también hay mujeres destacadas; un caso es el de Emilia Peters, que fue buscada por San Lorenzo. Por otro lado, en el centro de la provincia de Buenos Aires, exactamente en Olavarría, el fútbol femenino hasta hace 5 años no tenía demasiado impacto, se jugaban torneos que organizaban los propios equipos que conformaban esta liga, pero duró aproximadamente un año porque no tenía transcendencia ni apoyo. Luego de que algunos equipos participaron en otras competencias de otras localidades, no prosperó debido a los viajes que tenían que realizar los equipos cuando jugaban de visitantes.
Años más tarde, Claudio Pinedo, actual presidente del departamento de fútbol femenino, conformó lo que hoy en día es La Liga de Fútbol Femenino en Olavarría. Desde el primer año los equipos femeninos de los clubes o CEFs de este partido tuvieron el apoyo del público, se armaron nuevos equipos, también los medios comenzaron a hablar de este tema dando a conocer más sobre este acontecimiento y se generó un alto impacto en esta ciudad.
En los comienzos, el torneo era todos contra todos, es decir todos los equipos que hoy forman parte de La Liga. Al tercer año se dividió en dos categorías, Primera A que lo integran siete equipos y Primera B que lo conforman 6, y se desarrolla en dos etapas, Apertura y Clausura. El equipo campeón de la división B asciende y el ultimo de la tabla, desciende.
Las divisiones están conformadas por los siguientes equipos:
En Primera A CEF Nº44, Ferroviario, Tres Hermanos, CEFº100, Nicolás Avellaneda, El Fortín y Muñoz. Y en Primera B se encuentran Pueyrredón, Provincias Unidas, S y D Lujan, Loma Negra, Ferro Carril Sud y Racing.
El público que moviliza es mucho mayor que en los primeros años, ya que anteriormente el público era mayormente familiares de las jugadoras. “El año pasado jugamos una final y se redondeó que asistieron a la cancha 200 personas, fue un crecimiento enorme”, comentó Magdalena Angueira, capitana del CEF 44, actual campeón del torneo Apertura de Primera A.
Olavarría también cuenta con una selección local conformada por un grupo de jugadoras de algunos de los clubes que se enfrentan contra otras selecciones de otros partidos. Pero a pesar de esto, tiene poca difusión a comparación del masculino.
La profesionalización que se logró el año pasado en el fútbol femenino también ayudó en el interior de la provincia; por esta situación, los clubes que no contaban con un plantel femenino ahora lo hacen; también, comenzaron a abrir escuelitas para que las niñas que quieren empezar a practicar este deporte puedan hacerlo desde chicas y sin miedo a los malos comentarios. Por fortuna, ya que se están terminando.
Ludmila Farias Messineo y Agustín Cerutti.