Desde que el 20 de marzo se iniciara el aislamiento obligatorio, afloran diversas emociones en la población: muchas personas sienten tristeza y ansiedad; otras, enojo; unas cuantas son extremistas respecto a lo que pueda pasar más adelante; y hay un grupo que muestra “rebeldía” incumpliendo la cuarentena.
Otras cosas que generan preocupación son la economía y la saturación de noticias respecto al COVID-19. “Por la pandemia, había dejado de trabajar por 15 días, pero necesito la plata y, además, tanto escuchar hablar del Coronavirus me hizo sentir necesidad de salir a laburar”, expresó un chofer de la empresa de logística Loginter, quien no dio su nombre.
Sin embargo, no toda la población padece el aislamiento: “Es como un cable a tierra. Bajamos los niveles de histeria y estrés del día a día. Vivimos más relajados. La vida sigue. Todavía respiramos”, opina Walter, un comerciante de 48 años.
Para comprender los efectos del aislamiento desde una perspectiva profesional, PIRÁMIDE INVERTIDA se comunico Mariana Della Porta, psicopedagoga y supervisora del área de tratamientos de APAdeA, una ONG dedicada al tratamiento de niños que sufren trastornos del espectro autista (cuyo día mundial de concientización fue el pasado 2 de abril). “De repente, tuvimos que abandonar nuestra vida en la que salimos y hacemos actividades y permanecer en casa. Sin duda genera un impacto a nivel psicológico y emocional”, explicó Della Porta. No obstante, considera que, a niveles generales “se está asimilando bastante bien”.
No todo es negativo. Mariana expresó que “por suerte, la tecnología nos permite estar en contacto con nuestros afectos, a pesar de no poder verlos en persona”. Y aconseja, frente al aislamiento, establecer nuevas rutinas dentro de la casa: “debemos definir objetivos a corto plazo para poder cumplirlos y volver nuestros días más productivos”.
También destaca la importancia de la contención de los seres queridos en el hogar: “El contacto con ellos para poder contenernos mutuamente hace el día a día más llevadero. De alguna manera, son situaciones que nos enfrentan con instancias que nos hacen sacar herramientas nuevas o que teníamos guardadas y no utilizábamos: la tolerancia, la paciencia en convivencia, la empatía, entre otras. Así que, por ese lado, están buenas estas situaciones para mirarlas desde ese punto de vista y pensar que nos estamos ayudando a nosotros mismos, en cuanto a prevenir y evitar los contagios, cosa fundamental en una pandemia”.
Para prevenir crisis emocionales de sus habitantes, 10 provincias comenzaron a brindar servicios de contención por vía telefónica y virtual, medida sobre la cual también habló Della Porta: “Obviamente, hay momentos en los que a todos nos produce ansiedad e inestabilidad emocional esta situación por ser atípica. Algunas personas necesitan contención terapéutica, la cual se está realizando por videollamada en estos momentos”.
Por último, la psicopedagoga habló del trabajo de APAdeA en estas circunstancias: “La mayoría de los chicos tiene terapia a domicilio, y la misma se está haciendo a través de videollamadas. El papá del chico arma un espacio exclusivo para esto y lo acompaña durante la sesión para ayudarlo a realizar las actividades que el terapeuta proponga. También se contiene a los padres de estos chicos, y se les aconseja cómo manejar ciertas cuestiones que surgen en el día a día de sus hijos”.