El rugby femenino navega entre los prejuicios y los progresos

Decir que el rugby es considerado un deporte de varones hoy en día sigue siendo (a pesar de todas las luchas por la igualdad) el […]

Decir que el rugby es considerado un deporte de varones hoy en día sigue siendo (a pesar de todas las luchas por la igualdad) el común denominador en la sociedad. Los deportes practicados por mujeres suelen estar atados a prejuicios, a menos que estos mismos sean conocidos por ser mujeres las protagonistas, y a críticas debido a comparaciones con su versión masculina (siendo esta la mas reconocida).

Selección de Nueva Zelanda, últimas campeonas mundiales.

El rugby desde sus inicios es un deporte de «caballeros» (aunque en términos generales todos fueron empezados por estos), creado en 1823 por William Webb Ellis en Inglaterra. Las mujeres recién en la década de los 70, a 150 años de su creación, comenzaron a practicarlo en algunos clubes en Gran Bretaña. 

En la década de los 80 creció más, a pesar de que la mayoría las consideraba «el sexo débil» y algunos de los varones ayudaron a que esto se haga posible. Ya había muchos grupos de mujeres, con la influencia masculina (debido a que muchas eran novias, hermanas o primas de los jugadores) y estas fundaron sus propios clubes, ante la negativa de otros para aceptarlas en sus instituciones.

En Estados Unidos el deporte en su versión femenina creció muy rápido, en los 80 ya tenían 300 clubes y había algunos pocos en Canadá. De esta manera el rugby en EEUU. se hizo cada vez más fuerte.

El primer partido internacional se disputó en 1982, cuando Francia derrotó a Holanda 4-0, en Hilversum. En 1986 en la ciudad de Richmond, un equipo llamado «Great Britain» perdió contra Francia 14-8. Pero, un año más tarde, las inglesas conocieron la victoria: Derrotaron a Gales 22-4, en Pontypool.

En 1983 Holanda y Francia se sumaron al movimiento, fundaron la «Women´s Rugby Football Union». En esa misma década se incorporaron  Italia, Nueva Zelanda y la Unión Soviética. El nivel que tenían las jugadoras en esos partidos impactó a muchas observadoras. En consecuencia le sirvió para que chicas jóvenes descubrieran las virtudes del rugby; se acercaron a los clubes y comenzaron a practicarlo. Con la necesidad de una entidad madre las representantes de Gran Bretaña, Francia, Italia, Holanda, España y Bélgica se reunieron en 1988 y, en París, tomaron una significativa decisión: fundaron la «International Federation of Women Rugby». Fue un paso trascendente porque, enseguida, se incorporaron clubes de otras naciones.

Durante la Primera Guerra Mundial, se realizaron algunos partidos de rugby femenino, con fines benéficos. El más conocido fue el que se hizo en el mítico estadio Cardiff Arms Park, el 16 de diciembre de 1917, cuando «Cardiff Ladies» venció a «Newport Ladies» por 6-0. 

Todavía nadie imaginaba que pudiera haber un Mundial entre mujeres. Eso se produjo en 1991, cuando Gales recibió a chicas de diferentes lenguas, costumbres y características. Se realizó, por fin, el primer «Women´s Rugby World Cup». Siendo Estados Unidos las campeonas de la competencia, venciendo en la final a Inglaterra por 19-6. 

El Rugby Femenino en la Argentina

El primer dato que se tiene sobre rugby femenino en el país data del 25 de noviembre de 1985. Fue el partido que jugaron chicas de G.E.I (Gimnasia y Esgrima de Ituzaingó) con un equipo de Alumni que estaba básicamente integrado por novias, mujeres y hermanas de jugadores (como sucedía en los comienzos de la disciplina en su rama femenina en Inglaterra). Este sería el primer partido de rugby femenino en el país. La idea de este encuentro fue de Rodolfo «Pichi» Ruffo: se enteró de la existencia de un equipo de chicas que entrenaba en Alumni, y a 3 de sus hijas les pidió que armen un equipo para enfrentarlas.

El primer equipo se formó en 1996, Cha Roga (el equipo más antiguo del país), en la ciudad de Santo Tomé, Santa Fe. Las chicas consiguieron un espacio: practicaban en el club y jugaban con los equipos que los hombres ya no usaban. A partir de 2005 la UAR empezó a darle importancia, ya que la IRB quería que volviera a ser una disciplina olímpica, para lo cual es necesario que se juegue tanto por varones como por mujeres. Gracias a estas, desde la década de 2010 se disputó el primer torneo oficial, siendo este mismo en modalidad Seven (formato que se utiliza en los Juegos Olímpicos).

La Argentina está clasificada a los Preolimpicos (por haber conseguido el tercer lugar en el campeonato sudamericano). Con los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 en la vuelta de la esquina, pelearán por una de las dos vacantes para entrar en la máxima competencia a nivel deportivo.

 

Camila Almada 2B TM