En el polvo de ladrillo de Madrid, dio inicio una nueva edición del Masters 1000 con la ausencia de Roger Federer. El suizo confirmó su baja en “La Caja Mágica” debido a algunos problemas físicos en su espalda. El gran campeón del Masters en los años 2006, 2009 y 2012 anunció que no quería tomar riesgos y que lo mejor era preparase para Roma, el próximo torneo, con similiares características. En diálogo con la prensa, el ex número 1 del mundo aseguró: “Si no estoy en Roma, no será una tragedia”.
Y agregó: “Espero estar al ciento por ciento para Roland Garros y sino, para Wimbledon. Es lo que pretendía cuando decidí operarme”.