El partido entre los seleccionados de Buenos Aires y Salta fue el primer examen para experimentar las nuevas reglas sobre el scrum impuestos por la UAR, donde hubo muchos jugadores en desacuerdo.
Después de un año donde hubo graves lesiones cervicales padecidas por el derrumbe del scrum, en el partido entre Buenos Aires ante Salta por el Argentino de Uniones se pusieron a prueba los cambios del reglamento en la formación para que sea más segura para la integridad de sus jugadores, según lo dispuesto por la Unión Argentina de Rugby en conjunto con la World Rugby.
El encuentro finalizó 28-24 para el equipo de la URBA, que fue local en la cancha del Newman, donde hubo 19 scrums y dos tarjetas amarillas por haber colapsado la formación y un try-penal en favor de Buenos Aires ante el primer derrumbe de Salta en un scrum en cinco metros. Así quedaron demostradas las modificaciones, como el repetirse la formación lo menos posible, las órdenes que da el juez antes del ingreso que ahora serán dos, en “cuclillas” y “tomarse”, en el scrum no se puede avanzar más de un metro y medio y la obligación que tiene el equipo tirador de «hoockear» la pelota.
Varios jugadores estuvieron en desacuerdo por los cambios y señalaron que los limitaban mucho las nuevas reglas y que les sacan un arma de juego. Pese a los reclamos de los protagonistas, la UAR pondrá en funcionamiento estas modificaciones y se van a aplicar en todos sus torneos, desde menores de 16 años hasta mayores.