Los años pasan, pero no se olvidan los hechos que llevaron a cabo las fuerzas militares en una de las peores épocas de la historia argentina, donde todavía se reclama memoria, verdad y justicia.
La dictadura cívico militar en Argentina tuvo varias etapas en lo que es la historia del país, pero la última tuvo su lugar desde el año 1976 a 1983, tras un golpe de estado comandado por una junta militar que la integraban Emilio Massera, Jorge Rafael Videla y Orlando Agosti. Este gobierno facto se denominó como “Proceso de Reorganización Nacional”, el cual violó gran parte de los derechos humanos y causo la desaparición de aproximadamente 30.000 personas.
La dictadura cívico militar en Argentina tuvo varias etapas en lo que es la historia del país, pero la última tuvo su lugar desde el año 1976 a 1983, tras un golpe de estado comandado por una junta militar que la integraban Emilio Massera, Jorge Rafael Videla y Orlando Agosti. Este gobierno facto se denominó como “Proceso de Reorganización Nacional”, el cual violó gran parte de los derechos humanos y causo la desaparición de aproximadamente 30.000 personas.
Varios sobrevivientes de esa época hoy en día trabajan en la Ex-ESMA, como Carlos Muñoz, quien fue prisionero en el Casino de Oficiales desde el año 1978 a 1980, donde perdió su identidad para pasar a ser sólo un número (261) y que nunca pensó que su profesión de fotocromista le salvaría la vida, ya que un oficial de inteligencia le solicitó la falsificación de distintos documentos (fondo de seguridad y pasaporte uruguayo).
Por otra parte, la “Gestora del Programa de Promoción de Derechos Humanos” en la Ex-ESMA es Adriana Victoria Lewi, hija de Jorge Claudio Lewi y Ana María Sonder, desaparecidos en la dictadura militar. Con los actos simbólicos que realiza su área, fomentan un “funeral” que no tuvieron los familiares con los no recuperados. Adriana piensa que sus padres fueron arrojados vivos desde los aviones que transitaban sobre el mar. Ella admira a su padre por la valentía de entrar a su hogar sabiendo que algo no andaba bien, ya que su madre tenía la costumbre alertar a Claudio Lewi con un pañuelo rojo colgado en su balcón, pero el día que fueron secuestrados no estaba.
Una producción especial de: Luca Agnoletti, Juan Martín Bonamaison, Martín Buongiorno, Ignacio González, Matias Sánchez y Pablo Gilmore