Buenos Aires es una ciudad multicultural, que ofrece un sinfín de alternativas a la hora de buscar diversión.
Cada tanto las opciones más tradicionales se renuevan y también aparecen algunas nuevas. Ese es el caso de un nuevo tipo de entretenimiento que cada vez suma más adeptos: las salas de escape.
Surgidas en la ciudad japonesa de Kyoto la década pasada, las salas de escape fueron diseñadas por un director de cine y animé llamado Takao Kato, que tuvo la idea de llevar a la vida real los atrapantes momentos de sus ficciones. Algunos años después, el furor se trasladó a Europa y luego a los Estados Unidos.
A Buenos Aires las salas de escape arribaron hace poco tiempo, pero el éxito fue inmediato. Fue así que comercios como Escape Games, Juegos Mentales, Escape Hunt o Eureka, por mencionar algunos, se convirtieron en los sitios más elegidos de los porteños a la hora de pasar un buen rato.
Pero, en concreto, ¿en qué consisten las salas de escape? ¿Qué es eso tan intrigante de lo que hay que tratar de huir? Básicamente la idea de este entretenimiento es poder salir antes de que se cumpla el tiempo límite de una habitación en donde las personas se encuentran encerradas y, en general, para lograrlo tienen que emplear la lógica.
Más allá de las características que todas tienen en común, cada compañía posee sus particularidades en sus diferentes sedes, en las cuales se pueden encontrar temáticas de lo más variadas. Es así como se hallarán ambientaciones basadas en películas o series como “La casa de papel”, “El juego del miedo” o “La llamada” o también otras basadas en el espacio, en manicomios o hasta en Chernóbil.
De todas formas, no sólo los grupos de amigos eligen las salas de escape en busca de diversión. También lo hacen una gran cantidad de empresas, que buscan en este tipo de entretenimiento una manera de desarrollar ciertas características en sus empleados, como el trabajo en equipo y el liderazgo.
En el siguiente video, Gisela Fernández, encargada de la sede colegiales de Escape Hunt, dialoga acerca de los detalles que hacen de las salas de escape una tendencia que cada vez se afirma más en el mundo del entretenimiento porteño.
Una producción especial de: Martín Bugliavaz, Agustín Mazzolini e Iván Pace.