¡Esteban el As!: memoria, conciencia y ayuda

“Éramos un par de guachos locos, que soñaban un poco y jugaban a ser los Robin Hood, pistola en mano”, así recuerda hoy Esteban Fernando […]

“Éramos un par de guachos locos, que soñaban un poco y jugaban a ser los Robin Hood, pistola en mano”, así recuerda hoy Esteban Fernando Rodríguez su pasado. Seguramente, todos hemos escuchado en algún momento de nuestras vidas alguna noticia o historia acerca de “la banda de los Backstreet Boys”. Y no, no es el grupo de pop que marcó tendencia en los años 90’, sino una banda de delincuentes que acechó por años el temor de los poderosos y se hizo conocida, a lo largo y ancho de la República Argentina, por sus múltiples robos a bancos, loterías, casinos y bingos de varios lugares del país. Su nombre era una clara referencia a su vestimenta, la cual los diferenciaba de todos: camisetas de basket, pantalones de jean -sinónimo de status en el lugar- caídos y viseras para el costado.

Aquellos “bastri” que se juntaban en una escalera del Nudo 1 entrarían a la historia años más tarde cuando varios integrantes decidieron crear un grupo de hip-hop para pasar el rato y de alguna manera, expresar a la gente de su barrio lo que veían y vivían día a día. Finalmente, y tras un largo periodo, esa idea marcó un antes y un después en la cultura musical argentina. El F.A (Fuerte Apache por sus siglas) se convertiría en la primera banda de rap nacional del país al lanzar su disco “Estilo Monoblockero”, que fue muy aceptado y a su vez criticado por su apología al delito, algo que claramente estaba en lo cotidiano de esos adolescentes que criticaban duramente al sistema, al gobierno y marcaban la marginalidad que sufrían por parte del resto y en especialmente de la policía. “Vengo del barrio más peligroso del Oeste”, citan en varias de sus canciones y no era mentira cuando Carlos Tevez relataba su infancia en los monoblocks de Ciudadela. El ejemplo más claro es Darío Coronel, más conocido como el Guacho Cabañas, quien según todos era la gran promesa futbolística de los blocks pero prefirió la delincuencia por sobre el fútbol y se suicidió tras un robo antes de que la policía le dispare. Son pocos los que quedaron de aquella escalera en buen estado. El que no está muerto, está preso y si no está en silla de ruedas producto de disparos; pero quienes optaron por la música lograron “escapar” de aquella vida clandestina, como nombra una de sus canciones.

Hoy, Esteban “el As!” no es ningún maleante y toma provecho de todo lo vivido. Coronado como el creador o quien impulsó el género del “rap nacional” continúa su carrera como solista y en sus letras hace mucha referencia a su pasado en F.A pero desde el lado de la reflexión y buscando demostrar que la calle tiene sus peligros y argumentando el porqué de la delincuencia en los barrios marginados. «Principalmente si escuchas las canciones o ves las letras, lo que transmito es que yo estoy orgulloso de donde vengo. No me siento menos que nadie, ni tengo porqué hacerlo. Haber nacido en una villa me condicionó en muchas cosas para con el resto de la sociedad y yo traté de romper esa barrera y de demostrar que en realidad somos iguales, pero que tenemos nuestra cultura que resulta chocante pero a su vez está buenisima”, manifiesta Esteban en una entrevista al programa de TV, Mundo Villa. A su vez, en 2012 creó la productora independiente del género más grande del país: E.A.P. Esta, se financia de manera cooperativa y no tiene solamente como objetivo lucrar. Uno de los grandes propósitos de esta idea fue ayudar a los tantos chicos y adolescentes de los sectores más vulnerados de la sociedad que tuvieron y tienen en su cabeza el mismo sueño que estuvo en la cabeza de Estaban en su momento: hacer rap. Hoy, cuenta con muchos artistas que empiezan a dar sus primeros pasos en el ámbito musical y dejan atrás sus historias escasas de esperanzas y llenas de adrenalina. “Veo la movida del rap nacional muy fuerte, creo que ya se estableció definitivamente y el otro mundo, también está establecido”, comenta.

A veces, los salvadores de la gente no provienen de la Iglesia o de la política, sino que es gente “que se las mandó” -con aquellos que tienen las fortunas a costa de los marginados- y que hoy tiene presente aquel pasado para brindar un mensaje, principalmente a esos donde la vida no les jugó a favor y deben crecer con menos oportunidades que la mayoría, lo cual lleva muchas veces a querer tomar revancha y vivir con un odio permanente hacia el otro. Ejemplo de superación y de lo que es tomar conciencia hacia el día de mañana cuando se forma una familia. Eso es Esteban Rodríguez, pero con una magnitud tan grande como la del último eslabón de la pirámide que nos divide como sociedad porque como él dice: “Somos ejemplo vivo igual que Carlos Tevez, de que el negro de la villa, si se lo propone, puede”.

Ramiro Boz

@ramiroboz