El tango es una antigua tradición Argentina y Uruguaya, que nació en la cuenca Río de la Plata, entre las ciudades de Buenos Aires y Montevideo. Dentro del tango se encuentra la música y la danza, que es practicada en las Milongas, salas de bailes típicas que se encontraban (y se encuentran) en el territorio argentino y uruguayo.
Con relación a este estilo musical, del 9 al 22 de agosto se realizó el Festival y Mundial de Tango en Argentina, más precisamente en el Luna Park. Allí hubo bailes, cantos y miles de aficionados que observaron y fueron testigos de un grandioso evento. Esta edición del Festival y Mundial de Tango contó con más de 700 parejas participantes, dos mil artistas nacionales e internacionales, 130 conciertos y con el micrófono abierto para cantores amateurs.
Veinte parejas, que impresionaron y deslumbraron al público presente que colmó la sala, participaron de la final del Mundial de Tango. Se consagraron campeones de la categoría «Tango de Escenario», Dmitry Vasin y Sagdiana Khamzina, ambos de Rusia; el segundo lugar lo obtuvo la pareja formada por Valentín Arias Delgado y Diana Franco Durango de Colombia y el tercer puesto fue para Ángel Casal y Yanina Muzyka de la Ciudad de Buenos Aires.
Los últimos campeones de la categoría Tango de Escenario fueron Agostina Tarchini, de Santiago del Estero, y Axel Arakaki, que nació en Japón y que, en dicha época, vivía gran parte de su tiempo en su país natal. En aquel momento se habían anotado 161 parejas y 53 provenían de otros países.
Cabe destacar que el premio para los ganadores son $ 80.000, dos pasajes a Madrid, una gira a Japón con un contrato de trabajo dado por una asociación cultural japonesa, más ropa y calzado otorgados por casas de productos de tango.
En el cierre del Mundial se realizó el homenaje a “Chiquilín de Bachín”, en la voz de Amelita Baltar, que la grabó con el bandoneonista y compositor Astor Piazzolla hace 50 años. Estuvo Pablo González, de 59 años, quien cuando era niño vendía flores en el recordado restaurante del centro e inspiró la letra de Horacio Ferrer.
El martes 21 de agosto fue la final de la categoría “Tango de Pista”, también en el mítico estadio donde se han disputado, entre otras cosas, grandes peleas de boxeo. La consagración, en este caso, fue para la pareja local conformada por José Luis Salvo y Carla Natalia Rossi, de Buenos Aires; en segundo lugar quedaron Carlitos Estigarribia y Dana Zampieri (Córdoba) y en el tercer puesto hubo un empate entre las parejas de Diego Luciano Chandia y Suyay Quiroga (Choele-Choel, Rio Negro) y Maksim Gerasimov y Agustina Piaggio (Rio Grande, Tierra del Fuego).
El año pasado, la pareja conformada por Germán Ballejo y Magdalena Gutiérrez, representantes de la Ciudad de Buenos Aires, se consagraron campeones del Mundial de Tango en la categoría Tango de Pista.
Con respecto a la continuidad de eventos que sigan expandiendo la cultura del Tango y de la Milonga, el Ministro de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, Enrique Avogadro, comentó: “El tango es lo que nos identifica en el mundo. Es parte de nuestra identidad como porteños. Cada vez más competidores vienen del exterior para poder participar de este mundial que año a año crece, se potencia y se renueva gracias a la participación de todos. Es un orgullo para la Ciudad tener este evento en el cual el mundo tiene puestos sus ojos y sobre todo el gran nivel de bailarines que se presentan y se superan edición a edición. Mis felicitaciones a todos».
Pero no quedó todo en palabras, sino que el Ministerio de Cultura de la Ciudad extendió la fecha para la inscripción a su línea de fomento de BAMILONGA y los que sueñen con poder consagrarse o demostrar su habilidad en el baile, podrán anotarse hasta el martes 4 de septiembre.
Desde la organización de BAMILONGA aseguraron que “es una propuesta para todo aquel que tenga interés y motivación en generar o continuar con algún espacio de divulgación de la actividad milonga, en cualquiera de sus tres líneas: organizadores de milongas, salones de milongas y clubes y asociaciones».
Ignacio Colombo
2° «B» T.N.