Pese a haber estado en ventaja durante la mayor parte del encuentro, a Los Pumas se les escapó en el final y perdieron por 30 a 23, ante Sudáfrica en su debut en el Rugby Championship. Los dirigidos por Daniel Hourcade arrancaron con el pie izquierdo el torneo, pero este sábado tendrán revancha en Salta.
El partido en la ciudad sudafricana de Nelspruit arrancó con intensas lluvias, que luego se fueron disipando, pero que condicionaron el estado del campo de juego y, por ende, el desarrollo normal del partido. El seleccionado argentino salió decidido a marcar bien arriba a los Springboks; algo a los que ya nos tiene acostumbrados esta camada de jugadores, quienes, durante este nuevo proceso para encontrar una identidad de juego, han decidido priorizar la buena defensa y así hacer que el rival cometa errores. Sin embargo, antes de los 10 minutos de juego, el apertura Elton Jantjies, de gran torneo con Lions durante el último Super Rugby, encontró un hueco para filtrarse en una defensa argentina que venía saliendo de su campo y, tras una buena sucesión de pases, el wing Ruan Combrick apareció para marcar el primer try del partido, junto a la línea de touch.
Arrancar abajo en el marcador pareció no afectar a los argentinos, que salieron a marcar en la salida, sin dar respiro a los sudafricanos, haciéndolos cometer infracción casi frente a los palos. Un penal accesible, convertido por Nicolás Sánchez, le dio los primeros tres puntos a Argentina. Pero haber descontado aquella diferencia de 7 puntos duraría poco, ya que el capitán de Los Pumas, Agustín Creevy, cometió un penal infantil al no dejar libre la pelota para que se disputara el ruck, lo que le permitió a Jantjies otra vez estirar la ventaja para los Boks. 10 a 3 para el local, e iban apenas 20 minutos.
Las malas noticias siguieron para el equipo argentino: tras chequear con el TMO, el árbitro decidió sacarle tarjeta amarilla a Manuel Montero por un tackle peligroso. Y he aquí lo más curioso del partido, ya que estos diez minutos con un hombre menos fueron los mejores de Los Pumas en el partido; no sólo en el juego, sino también en la actitud de no esperar al rival y salir a jugar, como un verdadero equipo de Súper Rugby. Así fue que Landajo, el medio scrum argentino, aprovechó la desatención de los backs sudafricanos y mandó a correr a Joaquín Tuculet, quien avanzó casi 50 metros con la pelota; aunque fue Matías Orlando el que coronó esa gran jugada apoyando en el ingoal rival. Fue un verdadero try al estilo del Super Rugby: sin detener el juego, buscando el apoyo de algún compañero constantemente y aprovechando los espacios que dé el rival. Los Pumas, además, pudieron pasar al frente gracias a otro penal convertido por Nicolás Sánchez, antes del cierre de la primera etapa. 13 a 10 a favor de Argentina y al descanso, sin haber demostrado demasiado por parte de ambos.
El comienzo del complemento estuvo lleno de imprecisiones en el manejo de pelota, el césped húmedo no ayudaba a un juego más vistoso y el scrum fue el protagonista durante aquellos minutos. También se utilizó mucho el pie; fue así que Jantjies, mediante un kick, mandó a cargar a Bryan Habana, quien perdió de vista la pelota y se lo llevó puesto a Santiago Cordero, el cual se encontraba en el aire. Aunque el experimentado wing sudafricano le explicó al árbitro que todo había sido causa de un tropiezo, este decidió amonestarlo. Así que el panorama no podía ser mejor para el equipo argentino: el rival no tendría durante diez minutos a una pieza clave de su equipo. Los Pumas debieron haber sacado provecho de aquella situación, sin embargo, no lo hicieron; le cedieron la pelota a Sudáfrica, cosa que no habían hecho hasta ese momento, y el local empató el encuentro, mediante un penal de su apertura; por lo cual, los Springboks no sólo no recibieron puntos teniendo un hombre menos, sino que pudieron equiparar el resultado.
Pero los locales tampoco tuvieron un buen partido, y es por eso el reproche de los jugadores argentinos con ellos mismos, por sentir que se pudo haber ganado el partido. Llegando a la mitad del complemento, Sudáfrica dejaba mucho que desear en defensa; ya con Tomás Cubelli en cancha, Argentina mostró su poderío ofensivo y, entonces, fue cuando llegó un gran try apoyado por Santiago Cordero, luego de una magnífica asistencia con el pie del tucumano Sánchez, por encima de la defensa sudafricana. Luego de una conversión fácil para el apertura argentino, Los Pumas ganaban por diez puntos de diferencia, a falta de diez minutos para culminar el encuentro. No se podía escapar.
Pero lo imposible ocurrió. Sudáfrica pudo marcar dos tries en menos de diez minutos. Primero, gracias a una gran jugada de su medio scrum, Faf De Klerk; y luego, con un try casi en la bandera apoyado por el octavo sudafricano, cuando al partido le restaban tan sólo dos minutos y cuando, además, a los jugadores argentinos ya no le respondían las piernas.
Otro partido con sabor amargo para el conjunto argentino, pero el torneo recién comienza. Además, Pumas y Springboks volverán a verse las caras este sábado, cuando se enfrenten en Salta, desde las 16.40 horas. El único cambio en el equipo de Hourcade será en el centro de la cancha, donde ingresará como titular Matías Moroni, reemplazando a Orlando.