En la madrugada del 22 de mayo, falleció Philip Roth, uno de los escritores más importantes de la literatura estadounidense, tenía 85 años. La noticia fue dada por su agente Andrew Wylie, quien anunció que el deceso se produjo en la casa que habitaba en Manhattan a causa de una insuficiencia cardiaca.
Se suma de esta manera, a la lista de destacados escritores que nunca recibieron un Nobel de Literatura, aunque fue premiado con un Pulitzer en 1997 por ‘Pastoral Americana’ y en 2012 fue galardonado con el Príncipe de Asturias.
Roth nació el 19 de marzo de 1933 Newark, Nueva Jersey. De origen judío polaco-ucraniano, sus padres eran inmigrantes que vinieron de Europa del Este para instalarse en el barrio de Weequahic. Se licenció en la Universidad de Bucknell (Pensilvania). Luego obtuvo el posgrado en literatura inglesa por la Universidad de Chicago, en la que ejerció de profesor de escritura creativa. También enseñó en las universidades de Iowa, Pensilvania y Princeton.
Su magistral trayectoria comenzó con “Goodbye Columbus”, un conjunto de cinco relatos y una novela de amor que publicó en 1959. Esta obra fue con la que conseguiría uno de los premios más prestigiosos en su país, el National Book Award. Además fue la primera de sus obras en ser llevada al cine.
En 1962 lanzó su primera novela propiamente dicha. Se tituló “Letting Go”, en ella narra la agonía de un joven catedrático que se debate entre razón y sentimientos, conflicto que constituye una de las claves de su producción literaria.
Aunque ya había logrado destacar en el mundo literario, el éxito le llegó en 1969 con su tercera novela “Portnoy’s complaint”, un monólogo donde el protagonista, Alexander Portnoy , le va relatando a su psiquiatra los remordimientos que no le permiten disfrutar de sus encuentros sexuales ya que contrastan con la ética con la que fue criado.
A partir de allí todas sus obras fueron un éxito y generaban escándalo e impacto en la sociedad estadounidense. Roth incluyó en sus novelas a un recurrente personaje llamado Athan Zuckerman, quien sería considerado su alter ego.
“American pastoral” (1997), “I married a comunist” (1998) y “The human stain” (2000), constituyen una trilogía acerca de la reciente historia de EE.UU. Ésta última novela fue llevada al cine por el director Robert Benton e interpretada por Anthony Hopkins y Nicole Kidman.
Medalla de Oro 2001 de Narrativa, el más alto galardón que concede la Academia Norteamericana de las Artes y de las Letras, y Medalla Nacional de las Artes, obtuvo además el premio Man Booker International en 2011.
En una entrevista en 1985, Roth definía la cuestión esencial sobre la cual rotaba su literatura: «Es la tensión entre el hambre de libertad personal y las fuerzas de la inhibición«, decía aludiendo a la lucha del individuo contemporáneo con sus ideas tradicionales y personales.
Tras estar años alejado de los medios, en enero había dado una entrevista a The New York Times donde explicaba que su pasión por la lectura había reemplazado a su pasión por escribir. En ella, reflexionó sobre el fin de su carrera al tomar conciencia de que había dado de sí todo lo que llevaba dentro.
“Había sacado lo mejor de mi trabajo, y lo siguiente sería inferior”, reconoció durante la entrevista. “Ya no poseía la vitalidad mental, ni la energía verbal o la forma física necesarias para construir y mantener un largo ataque creativo de cualquier duración sobre una estructura tan compleja y exigente como una novela”.
Además, contó, cuando decidió dar por finalizada su carrera, se dejó un post-it pegado en su computadora donde decía «La lucha con la escritura ha terminado«.
Con respecto a su vida personal, estuvo casado dos veces. Primero con Margaret Martinson (1959-1963), quién murió en 1968 en un accidente automovilístico. Luego contrajo matrimonio con la actriz inglesa Claire Bloom, de la que se divorció en 1994. Su segundo matrimonio fue tormentoso, a raíz que su esposa Bloom, se sintió traicionada cuando leyó “Deception: A Novel”. En la obra, su marido presentaba a una aburrida mujer de mediana edad llamada Claire casada con un escritor adúltero de nombre Philip.
Cuando hablaba sobre su obra, citaba una frase a la que siempre aludía el mítico campeón de boxeo Joe Louis: «Lo hice lo mejor que pude con lo que tenía«