El judoca Emmanuel Lucenti representó a la Argentina en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Y en una entrevista con Pirámide Invertida relata sus sensaciones sobre lo que vivió en la cita olímpica, habla de la polémica en torno a los arbitrales y resalta el valor significativo de la consagración de Paula Pareto.
-¿Qué sensaciones te dejaron estos Juegos Olímpicos? ¿Qué significo para vos?
Las sensaciones son muy buenas. Al principio tuve un combate medio raro porque mi rival, el brasileño nacionalizado libanés Nacíf Elías, hizo algo que no estaba en el reglamento (NdR: aplicar dos cargas sobre el codo derecho del argentino) y no fue una lucha que haya demorado mucho o que se pueda analizar. Lo descalificaron y pude avanzar. En octavos de final me tocó el subcampeón del mundo, el canadiense Antoine Valois-Fortier, y pude igualar en 10 en puntaje pero la desventaja con 3 amonestaciones me eliminaron. Considero que el arbitraje tuvo varias equivocaciones pero creo que en líneas generales competí bastante bien a pesar de estar lesionado.
-¿Crees que el arbitraje pudo haber influido en tu clasificación frente al canadiense?
Sin dudas. Fue una lucha en la que yo tendría que haber ganado. Las 3 amonestaciones que me dieron fueron claras, lo tiré de Ippon (una expresión sobre un golpe bien aplicado que otorga punto que puede definir una lucha) y es la segunda vez que me hacen lo mismo con el canadiense. En Londres 2012 me pasó igual.
-¿Te sentiste perjudicado?
En la segunda lucha fui perjudicado y me pasó lo mismo que le pasó al libanés hace un mes en Rusia. Pero lo mío fue sin intención. El libanés lo hizo con mala intención. Pero la diferencia estuvo en que yo acepté el fallo del árbitro y fui a ver cómo estaba mi rival; lo que hizo el libanés (lo acusó de haber fingido la lesión) merece una sanción deportiva. La verdad es que fue una vergüenza.
-¿Cuál era tu objetivo en estos Juegos? ¿Es verdad que pensaste en retirarte?
Previo a los Juegos mi objetivo era lograr una medalla de cualquier color. Y si lo lograba lo más seguro era retirarme. Pero voy a hacer un intento más hasta Tokio. Tengo ganas y me siento en condiciones.
-¿Lo tomás como una revancha la clasificación a Tokio 2020?
No. Es es un nuevo camino y quiero disfrutarlo para retirarme ahí. Además el Judo es mi vida, lo que más me gusta y me apasiona.
-¿Qué opinión te merece la consagración de Pareto y qué significa para nuestro país una medalla para esta disciplina?
-Significa mucho para nosotros. Fue buenísimo que haya pasado la medalla de Paula porque impulsó mucho. No sólo al deporte, impulsó a la sociedad. Cualquiera que vea el ejemplo de Paula va a sentir el reflejo de que se puede. A mí me puso muy contento porque es mi compañera y se muy bien la clase de persona que es.
-¿Cómo fue ese momento cuando se juntaron todos en la Villa Olímpica?
-Fue tremendo, estábamos muy contentos, nos abrazamos todos y no paramos de llorar de la alegría.
Emmanuel Lucenti es tucumano y tiene 30 años. El de Río de Janeiro fueron sus terceros Juegos Olímpicos, ya que en Atenas 2004 fue suplente de su hermano en la categoría 73 Kg, aunque no participó de ningún combate. Luego pasó a la categoría de 81 Kg y compitió en Beijing 2008, Londres 2012 y Rio 2016. Además disputó varios campeonatos sudamericanos, con 2 medallas de plata y 5 de bronce. También fue medallista de bronce en los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011.
Por: Javier Insaurralde y Maximiliano Panissa