El desinterés de las jóvenes generaciones en el ámbito de la lectura es abismal y no se avecina un panorama prometedor. Los libros han sido reemplazados por celulares y las bibliotecas, por meras reuniones virtuales.
“La Casa de la Lectura” es uno de aquellos refugios esperanzadores para el futuro incierto de la lectura en general y recientemente, tuvo una gran remodelación.
Ubicada en el barrio porteño de Villa Crespo -precisamente en Lavalleja 924- no sólo funciona como una biblioteca gratuita, sino también como un espacio de relajación y distendimiento de la vida cotidiana.
Fue fundada en noviembre de 2007 y nació de los escombros de un galpón en desuso que le pertenecía al gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Poco a poco, se transformó en un espacio cultural bajo la conducción de Jorge Telerman, para luego seguir su curso bajo el mandato del actual presidente Mauricio Macri.
Recientemente fue remodelada con una inversión de tres millones de pesos en su ardua búsqueda de acoger a los más jóvenes. Luego de más de tres meses de trabajo, el auditorio cuenta con Wi-Fi, máquinas de café, una basta selección de libros y recreaciones para los niños.
Además, presenta una gran variedad de salas con diferentes temáticas y propuestas. Cuenta con salones para charlas informativas, presentaciones de libros, exposiciones artísticas, como también para reuniones de trabajo. Ya no es una biblioteca tradicional, sino que poco a poco comienza a asemejarse a una más acogedora.
La programación de actividades es inclusiva y otorga la posibilidad de una mezcla generacional. Entre ellas, se destacan: un cine para lectores, un taller de escritura narrativa donde los interesados podrán desarrollar sus proyectos narrativos, y el perfil lector, donde un deportista, artista o periodista cuenta mediante una entrevista su vínculo con la lectura.
La tecnología cumple un rol cada vez más importante, y por eso, se puede leer libros virtualmente mediante Bibliotecas Públicas Porteñas, una red donde el lector puede encontrar más de 600 títulos disponibles.
Con su reciente remodelación, la planta baja se transformó en una «sala flexible» con un espacio de 120 metros cuadrados. También se buscó cambiar la imagen de la entrada principal: se agrandaron los ventanales para que ingrese un mayor caudal de luz natural.
Pero eso no fue el único cambio en el recinto. Además, se adecuaron los techos y repararon los desagües para evitar filtraciones. Otra variante fue que se trasladó el baño para personas con capacidades diferentes a la planta baja y se puso en funcionamiento el ascensor, ya que hasta el comienzo de la reestructuración se encontraba fuera de servicio.
Su biblioteca, denominada «Julio Cortázar», o también conocida como Biblioteca de Narrativa Moderna, fue creada en 1984. Primero se estableció en la planta baja del Centro Cultural San Martín, luego se trasladó a la biblioteca Carlos Guido y Spano, tiempo después se mudó a la biblioteca Miguel Cané y, finalmente, en abril de 2008 se estableció en el primer piso de «La casa de la Lectura».
Es parte de la red de Bibliotecas del Gobierno de la Ciudad (Actualmente 30 bibliotecas pertenecen a esta red) y depende de la Dirección del Libro y Promoción de la Lectura del ministerio de Cultura. Cuenta con más de 7500 ejemplares, ya sea de manera física o electrónica, disponibles de lunes a viernes desde las 10 hasta las 20.
¿Cómo acercarse?
Se puede llegar mediante el subte B (Estación Ángel Gallardo) o bien en colectivo, con mayor cantidad de variantes (19,90,92,106,140,151,168).
Una producción especial de Cristian Costilla, Pedro Doherty, Martín Peter, Diego Pirpignani, Alejandro Severini, Franco Villagra, Patricio Ward y Yannick Zaputovich