Nacido futbolísticamente en Argentinos Juniors, pasó por el club del cual es hincha, Boca Juniors, dónde ganó el Metropolitano del año 1981, arribó a Barcelona y ganó una Copa del Rey, una Copa de la Liga y la Supercopa de España.
En el conjunto catalán estuvo dos años sin poder llegar a su pico de rendimiento más alto a causa de una hepatitis que lo dejó tres meses fuera de las canchas, problemas con el técnico alemán, Udo Lattek y por culpa de su tobillo de la pierna izquierda roto, por una patada criminal de Andoni Goikoetxea.
Ya en 1984, el Diego, llegaría al estadio San Paolo repleto de italianos con la ilusión de llegar a lo más alto del futbol local y hacerle frente a los grandes equipos poderosos del norte. En sus primeras temporadas con el conjunto napolitano, pudo destacar como la gran figura del equipo y llegar a una clasificación para la copa UEFA y quedando terceros en la liga. Los dirigentes al sentir un deseo de triunfo y esperanza, contrataron nuevos jugadores y armaron un plantel competitivo con el objetivo de poder salir campeón.
En el año 1986 y después de la consagración histórica que lo llevó a lo más alto con la selección en México, volvió más fuerte que nunca y con un buen equipo logró el primer título de la institución (scudetto) y también una Copa Italia. Había convertido 10 goles en la liga y 7 en la copa.
Pocos años después, en la temporada 88/89, lograron el primer título internacional para el club, la Copa UEFA al ganarle al Vfb Stuttgart en la ida, en Italia, por 2 a 1 y luego empatando en Alemania 0 a 0. En la siguiente temporada, 89/90, el Nápoles, ganó su segundo scudetto y en diciembre de 1990, ganó la Supercopa de Italia al ganarle a la Juventus por 5 a 1.
En julio de 1992, llegó al Sevilla. Luego de varios conflictos en aquella época con problemas con el Napoli por un problema de dopaje, dándole 15 meses de suspensión y no dejarlo abandonar la institución (dónde tuvo que intervenir la FIFA). Además de tener problemas en la Argentina con un episodio de drogas en su departamento y no poder salir del país, llegó el alivio para Maradona quién pudo debutar oficialmente en el conjunto español en Octubre de ese mismo año.
Por problemas en su rodilla y su mala relación con los dirigentes en 1993 dejaría el club para volver a la Argentina y jugar en el club rosarino, Newell´s Old Boys. En el conjunto de Sevilla jugó 26 partidos por la Liga, marcando 5 goles y en la Copa anotó 2 goles.
Su paso por Europa trajo alegrías y tristezas. Triunfos y derrotas. Pero más allá de todo, el fútbol y su carácter quedaron impresos en dichos clubes quienes luego de tanto tiempo, siguen demostrándole cariño al barrilete cósmico argentino.
Martín Feijóo, Lucas Soto y Nicolás Albino