El ascenso argentino es uno de los más ricos de todo el mundo.
En los últimos años múltiples jugadores de nuestras categorías más chicas fueron a jugar a ligas de primera división de países vecinos sudamericanos como por ejemplo Uruguay, Chile, Colombia, Bolivia y Ecuador, entre otros, y lo curioso es que muchos de esos jugadores no pudieron hacerlo en la primera división de nuestro país.
Pese a este talento que tienen muchos jugadores de ascenso, cabe mencionar lo difícil que es ser un jugador en las categorías más bajas de nuestro fútbol argentino.
Muchos de los jugadores deben trabajar en sus tiempos libres para poder sustentar sus gastos y satisfacer sus necesidades, ya que el sueldo que cobran por jugar no les alcanza para el día a día. Más aun para los jugadores de la Primera D (5ta categoría del fútbol argentino, amateur) que sólo se les paga un viático, y también para los que militan en la Primera C, ya que con un sueldo mínimo, y que a veces es mucho menos, deben recurrir a otro medio para poder sustentar sus necesidades básicas. Otros también estudian para tener un plan B en caso de que el futbol no sea su camino al triunfo, esto genera que el jugador deba tener horas de cursada y estudio, sumadas a las de entrenamiento y partidos a disputar, puede resultar cansador y desgastante para una persona jugar un partido de esta manera.
Además muchos de los partidos del ascenso nacional se juegan días de semana, complicando aún más a los jugadores que trabajan y estudian, y obligándolos a decidir que dejar deben dejar en segundo plano.
Otro de los problemas clásicos en nuestro querido ascenso, es el deterioro de las canchas, algunas se encuentran en un estado deplorable, con más tierra que césped y en donde las lesiones son más comunes y aún más riesgosas.
Además no todos los clubes cuentan con predios acordes, ni tampoco que estén preparados para lluvias, ya que muchos de ellos ante la mínima lluvia se terminan inundando y complicando aún más los entrenamientos.
Cuando un jugador comienza la carrera sueña con jugar en primera o en la selección, pero solo muy pocos pueden vivir eso, por eso en el ascenso algunos cambiaran sus sueños, otros lucharan hasta el último día de su carrera, lo único cierto es que si en el ascenso hay equipos chicos también hay esfuerzos grandes.
Una producción especial de: Dario Lanzillotta y Micaela Silvera